Tribunales
Caso Pujol

Un Director Adjunto Operativo que “no sabía nada” irrita a la sala

El recientemente jubilado Director Adjunto Operativo de la Policía Nacional, Eugenio Pino, exaspera a toda la sala con sus respuestas vagas y supuesto desconocimiento del origen de la información del caso Pujol, en su declaración como testigo

En un “interrogatorio a cara de perro”, Eugenio Pino, quien dice que solicitó declarar “por la añoranza de un policía jubilado” ha derivado toda responsabilidad en su antiguo socio en la Policía Patriótica, Marcelino Martín Blas, de quien ha insinuado que pudo utilizar fondos reservados para investigar al clan Pujol

El ex número dos de la Policía Eugenio Pino, a su salida de la Audiencia Nacional, donde prestó declaración ante juez José de la Mata / Sergio Barrenechea EFE

Madrid

Por primera vez en los más de tres años de investigación del caso Pujol, alguien ha sido capaz de poner de acuerdo tanto al juez, como al fiscal, al abogado del Estado, y a las defensas y acusaciones. Todos los integrantes de la sala han concluido “irritados” y “crispados” por la actitud del exdirector Adjunto Operativo de la Policía Nacional, Eugenio Pino, quien en su declaración como testigo solo ha contestado con respuestas vagas y genéricas, y cuando no ha alegado desconocimiento ha lanzado la piedra mientras escondía la mano. “Cómo es posible que alguien así haya sido la principal cabeza visible de la Policía Nacional en este país” – en realidad, el número dos en el escalafón-, han exclamado a la SER fuentes presentes en el interrogatorio.

Un DAO (Director Adjunto Operativo) de la Policía Nacional, que no sabía nada y que a pesar de ello había solicitado anteriormente declarar de forma voluntaria en este caso. “¿Por qué pidió usted declarar si viene a decir generalidades y alega desconocimiento total de la causa?”- le ha interpelado a gritos el abogado del Estado-: “por la añoranza de un policía jubilado”, ha respondido Eugenio Pino, en referencia a sí mismo. También a gritos, debido a la actitud de Eugenio Pino, ha acabado preguntando el fiscal, Fernando Bermejo.

La de este jueves era la segunda declaración como testigo de Eugenio Pino ante el juez José de la Mata por el caso Pujol. La primera fue voluntaria el pasado mes de noviembre, pero ahora había sido citado por el magistrado para aclarar el origen de la información que posibilitó actuar contra el clan, contenida en un pendrive, del que existen sospechas de que contenía documentación robada de los ordenadores de la familia, lo que pondría en riesgo la investigación por la doctrina del fruto del árbol podrido.

Eugenio Pino se ha limitado a ratificar su genérica nota en el juzgado, en la que deriva la responsabilidad en el comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, que fue colaborador del DAO en la denominada Policía Patriótica hasta que se cruzó entre ambos el caso del pequeño Nicolás.

Pino ha aseverado que fue Martín Blas quien se presentó un día en su despacho y le comunicó que tenía un pendrive con datos de la agencia de detectives Método 3, a la que estaba investigando en su condición de responsable de Asuntos Internos por la posible actuación sospechosa de un policía. Y que ese pendrive contenía material que “podía ser delictivo” referente a un general y al hermano de un ministro. Eugenio Pino sostiene que ni siquiera lo llegó a abrir y que ordenó a Martín Blas que remitiera una copia del mismo a la policía judicial, al CNI, a la Fiscalía y a la Comisaría General de Información. Nunca le dijo que hubiera datos de los Pujol en el dispositivo informático, según el antiguo DAO.

Las partes involucradas en el caso le han preguntado qué sabía de los informes de la Policía Patriótica, su conocimiento sobre el clan Pujol, o si ordenó alguna investigación. Pino ha afirmado que nunca lo hizo, sino que fue Martín Blas, sin que el DAO lo autorizara, quien requirió los servicios de Método 3 para localizar una vivienda en Cerdeña de la familia del expresident de la Generalitat. Cuando le han preguntado si pagaron y de qué forma a la agencia de detectives por ese trabajo, Eugenio Pino ha manifestado “que no se pagó a nadie que yo sepa”.En ese instante, el juez De la Mata le ha repreguntado qué quería decir con ese “que usted sepa”, a lo que Pino ha respondido que “Asuntos Internos”, la comisaría controlada por Martín Blas, “disponía de recursos propios”, insinuando que este comisario pudo utilizar fondos reservados para esta investigación. "¿Su declaración obedece a una venganza contra el comisario Martín Blas?" - ha vuelto a incidir el abogado del Estado-. "No", respondía Pino, para conceder a continuación que el jefe de Asuntos Internos había sido de su confianza, "pero ya no".

Eugenio Pino también ha llegado a decir que el primogénito del expresident, Jordi Pujol Ferrusola, llegó a ofrecer 700.000 euros por el pendrive objeto de la polémica, pero una vez lanzada la piedra ha vuelto a esconder la mano al declarar a continuación, como durante todo el interrogatorio, que hablaba de oídas. Que se trataba de “rumores” y “no sabía nada” en realidad.

Una comparecencia “inútil” coinciden las fuentes consultadas, quienes afirman sentir “vergüenza” de que un exalto cargo policial haya ofrecido una declaración “trufada de mentiras”.

 
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