Leo Messi se empeña en que haya Liga
El argentino aparece al final del encuentro para dar la victoria a su equipo en el Vicente Calderón, donde el Atlético también tuvo ocasiones para llevarse los tres puntos
Messi marca el tanto de la victoria de su equipo en el Calderón (1-2). / JUAN MEDINA (Reuters)
Madrid
Tener al mejor del mundo en tu equipo es siempre una garantía de éxito. Messi volvió a demostrarlo en este encuentro del Calderón en el que Atlético y Barcelona lo dieron todo para llevarse una victoria que fue finalmente para los visitantes gracias a la aparición del argentino cuando solo quedaban cinco minutos para el final del encuentro.
Godín y Suárez, en una de las primeras acciones del choque. / JUAN MEDINA
Los dos equipos llegaron al choque sabiendo que el cumplimiento de sus objetivos -el título para uno y la tercera plaza para el otro- pasaba por una victoria junto al Manzanares. El Cholo recuperó para este encuentro a Oblak y a Godín, mientras que Luis Enrique sorprendió al meter en la defensa a Mathieu y en el centro del campo a Rafinha.
El Atlético fue un equipo más reconocible que el Barcelona en la primera parte. No hizo una presión tan alta como en otras ocasiones, pero su trabajo fue suficiente para cortocircuitar al equipo blaugrana y llevar de forma reiterada a los terrenos de Ter Stegen. De hecho, como dijo Luis Suárez en Carrusel Deportivo, el conjunto rojiblanco perdonó a su rival en estos primeros 45 minutos, en los que tuvo muchas más –y mejores- ocasiones. Entre ellas, un disparo de Griezmann que sacó providencialmente Umtiti.
Pero no fue el único de los rojiblancos que se acercó a la portería blaugrana. También amenazaron Carrasco, Gameiro e incluso Gabi con un disparo que atajó el meta alemán del Barcelona.
Busquets no tuvo influencia en el juego, Iniesta estuvo algo desdibujado y la aportación de Rafinha fue también bastante mejorable... hasta el gol. El equipo blaugrana, como tantas veces, funcionó a base de los arreones de su tridente. En la primera gran ocasión, con un Luis Suárez empañado acosar y derribar la meta rojiblanca. Atacó con tanto ímpetu que Mateu Lahoz tuvo que anularle un gol por falta a Oblak.
También la tuvo Messi en un lanzamiento de falta marca de la casa. El balón estaba cerca del vértice del área rojiblanca. Su disparo se elevó por encima de la barrera y Oblak lo sacó pese a no ver la pelota hasta el último momento. Gran regreso del portero esloveno, que después tuvo que hacerse con la bola sobre la línea de meta tras un cabezazo de Piqué.
El Atlético se fue al vestuario con la sensación de haber sido mejor, pero perfectamente consciente de que si pestañeaba se podía encontrar con el marcador en contra. La reanudación fue la prueba palpable, porque nada más arrancar la segunda mitad Luis Suárez se plantó delante del portero rojiblanco en una gran combinación con Neymar y Messi.
Fue el prólogo del gol de Rafinha, que hizo el 0-1 en una jugada trabadísima pero en la que peleó hasta recoger el balón suelto en el área rojiblanca y batir a Oblak para mantener a su equipo en la pugna por el título con el Real Madrid.
Gol de Rafinha (Atlético 0 - Barcelona 1)
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Rafinha celebra su tanto al Atlético de Madrid. / Emilio Naranjo
Ante un Barça en su mejor momento en todo el partido, Simeone optó por sacar del campo a Carrasco para incluir a Fernando Torres. Griezmann retrasó su posición para tratar de hilar un poco más el juego ofensivo de los rojiblancos. El gol del empate, sin embargo, llegó en una jugada con aroma de otros tiempos: una falta lanzada desde la izquierda por Koke que remató Godín peinando la bola en el primer palo. Era el 1-1.
Gol de Godín (Atlético 1 - Barcelona 1)
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Godín hace el gol del empate para el Atlético. / Gonzalo Arroyo Moreno
El gol movió los banquillos y entraron Rakitic en el Barcelona y Correa en el Atlético. Aportó más el primero que el segundo. El partido estaba destinado a resolverse en una aparición o un destello de cualquiera de los jugadores que pisaban el campo.
Lo sabía bien Messi, un maestro en elegir sus apariciones. A menos de cinco minutos para el final, emergió como el hombre más clarividente del Barcelona y culminó una jugada trabada de ataque de los azulgranas. Necesitó de dos remates, porque el primero lo interceptó Savic, pero en el segundo obró el gol y reenganchó a su equipo a la lucha por la Liga. Ahora, el Madrid ya no podía fallar ante el Villarreal.
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El argentino Leo Messi hace el gol de la victoria del Barcelona. / SUSANA VERA
La victoria es aire limpio para este Barcelona que tantas dudas ha generado a lo largo de la temporada. Los tres puntos, pese a sus pecados, le permiten mantenerse en la pelea y, sobre todo, sentirse seguro con un Messi que siempre arregla sus problemas. El Atlético, por su parte, tendrá que trabajar mucho para terminar en la tercera posición de la Liga.
- FICHA DEL PARTIDO
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...
