Tras la jornada previa al Congreso en la que cada año tiene lugar la presentación de todos los nuevos productos, el Mobile World Congress ha abierto sus puertas este lunes con largas colas a primera hora de la mañana, stands abarrotados y todas las miradas fijas en los lanzamientos más esperados. Ni Samsung ni BlackBerry: como era de esperar, la atención ha estado fija toda la jornada en Nokia, que inicia nueva etapa con HMD y Foxconn, dispuestas a resucitar una marca de sobra conocida y que daba muchas alegrías hace casi 20 años. Pero también arranca el Mobile con la sensación de que los temas del año pasado se vuelven a repetir y sintiendo que esta vez Barcelona se queda sin una gran presentación que corone el inicio del congreso y atraiga mucha más expectación, como ocurría el año pasado con Samsung. Y eso se nota mucho en el ambiente. Ford, Seat, Nokia, Movistar, HP, Vodafone... Todos quieren llevar la delantera tanto con el coche conectado como con el desarrollo del coche autónomo, y cada uno lo presenta a su manera. Mientras las empresas de automoción siguen apostando por los vehículos inteligentes que ofrecen más y más servicios al usuario, las teleoperadoras pelean por conseguir la mejor red que pueda dar soporte a estos vehículos que necesitan estar permanentemente conectados a la red. La conectividad se vuelve imprescindible y un error de conexión podría dejar de dar servicio a un hipotético software que controlara un vehículo a distancia. Así nos lo ha hecho entender Nokia, que desarrolla las antenas para la tecnología 5G y que ha puesto en marcha un experimento para demostrar que una red de datos con mucha latencia podría suponer un grave problema de seguridad. La latencia es el tiempo que tarda en responder un servidor: no es velocidad de transferencia ni capacidad para transmitir gran cantidad de datos. Que los servidores sean capaces de decirse ‘hola’ en menos de 5 milisegundos se vuelve crucial a la hora de realizar movimientos con el volante u obtener respuestas rápidas en caso de accidente. Vodafone, por su parte, ha presentado un coche concebido para abstraerse del todo: no tiene ni siquiera ventanas. El usuario se sube, se pone a navegar por Internet y se olvida de todo: el coche autónomo hace el resto. Una tecnología que esperan que esté desarrollada para antes de 2023 y legislada para poder usarla. Es uno de los habituales del Mobile World Congress de Barcelona: no hay edición estos últimos años en la que las compañías no quieran dejar claro que ellos también están en la moda de la realidad virtual. Aunque de momento parece que no consiguen terminar de enganchar al consumidor final. Eso sí, no hay muchas novedades respecto al año pasado: Samsung nos ofrece sus aventuras más surrealistas por el espacio en su stand, abarrotado de gente y para el que hay que pedir cita previamente. HTC nos anima a realizar en su stand un salto al vacío virtual que, con las gafas puestas, da incluso un poco de vértigo. Sin muchas novedades para el usuario de pie, el octavo pabellón de la Fira aglutina algunas de las propuestas que las empresas que acuden al Mobile tienen preparadas en aplicaciones móviles. Pero esta vez pocas novedades hemos podido ver para el usuario final. La mayoría de las propuestas pasan por el Big Data en el mundo empresarial, analítica y gestión del servicio de atención al cliente. Sin embargo, nos quedamos con algunas propuestas, unas más prácticas y otras simplemente curiosas. Desarrollado entre Francia y California, un navegador que utiliza la inteligencia artificial para ofrecernos mejores resultados. De momento solo disponible para iPhone, Ulli nos recomendaría coger un coche en Uber una vez hayamos consultado la cartelera de cine. También hemos probado los alcoholímetros vía app de una empresa francesa que espera poder implantarlos en España. Realiza una foto del usuario mientras hace la prueba para verificar que es la persona que va a conducir. Si da positivo, calcula en función de la masa corporal y la edad cuánto tiempo debería pasar para estar en condiciones de ponerse al volante con seguridad. Además, podría conectarse con los coches del futuro para evitar que arrancaran. Parece una ironía pero, curiosamente, la marca Nokia y su mítico dispositivo 3310 han acaparado todas las miradas, muchas más que los terminales de última generación. El «rediseñado» 3310 ha aterrizado este mediodía en el stand y no han dejado de pasar por allí curiosos y periodistas. Uno de los responsables de producto, Carlos Mellado, nos ha contado que la idea es «atraer a compradores que no desean estar hiperconectados de forma permanente». Sony ha hecho realidad lo que el año pasado era un prototipo. Su proyector Xperia Touch es capaz de convertir en táctil una mesa, una pared e interactuar con ellas como si fueran tabletas inteligentes. El responsable de producto de la compañía, Juan José González, cuenta que « es posible pasar diferentes páginas de una receta de cocina con tan sólo mover la mano en el aire». Funciona con Android y costará casi 1.500 euros. IBM quiere explicar de una forma sencilla cómo la inteligencia artificial de su sistema Watson puede servir para mejorar el rendimiento de un equipo ciclista de élite o para traducir los estados de ánimo del público que contempla un vestido a través de los tuits y comentarios que publican en las redes sociales. De esta manera, ha colocado el diseño de un vestido de novia que está conectado al sistema y se va iluminando según las emociones del público que interactúa con una tableta colocada a medio metro.