Un San Paolo calentito
El Madrid visita el vetusto estadio de Nápoles, uno de los más calientes de Europa, en la vuelta de los octavos de la Champions
Madrid
Los acordes del himno de la Champions ponen la piel de gallina -o “gallina de piel”, que diría Johan Cruyff- al Real Madrid. A todo entero. A hinchada, a directiva y, por supuesto, a jugadores. Si no, que se lo digan a Benzema, que alza las orejas cuando se acerca la competición europea. Pues mañana el Madrid juega Champions. Y lo hace, ni más ni menos, que en San Paolo, uno de los estadios más calientes de Europa.
En cuanto terminó hace tres semanas el partido de ida en el Bernabéu, el que fue el mejor partido de los de Zidane en lo que va de curso, Pepe Reina ya avisó. “Les espera un San Paolo calentito”.
Lo que se encontrarán Cristiano Ronaldo, recuperado ya de las molestias que le impidieron estar en Éibar, Bale, sin sanción de ningún tipo, Benzema y ocho más -porque pocas dudas hay de que la BBC jugará de inicio en Nápoles- es más que “San Paolo calentito” una caldera.
60.000 ‘tiffosi’ que llevan tiempo con esta fecha marcada en rojo en su calendario. -Las entradas se agotaron en apenas 20 minutos-. Una hinchada ansiosa de una gesta, colarse entre los ocho mejores de Europa por primera vez en su centenaria historia. Y de hacerlo, además, ante los actuales campeones a los que tienen algo más que ganas.
"La hinchada del San Paolo ayudará muchísimo al Nápoles. Jugar ante esa afición te empuja, te carga de motivaciones y espero que haya un ambiente como el que viví yo cuando nos enfrentamos al Real Madrid en 1987", dice a EFE Bruscolotti, mítico jugador de los ‘80 de la ‘squadra’ napolitana.
Tiene la hinchada napolina deseo de ‘vedetta’. Porque en ese partido del que habla Bruscolotti de hace ahora 30 años, última visita blanca por cierto, el Madrid eliminó a un Nápoles cuyo '10' era Maradona con un gol de Butragueño, el que supuso el empate en la vuelta al que los blancos llegaron con una renta de dos goles conseguidos en la ida.