En Siria se usan como arma de guerra los ataques a los centros de salud
Una prestigiosa revista médica, “The Lancet”, denuncia que el asesinato del personal médico ha sido utilizado durante 6 años como arma de guerra por parte del gobierno sirio y que esto supone un peligroso precedente.
Madrid
Una investigación (dirigida por la Universidad Americana de Beirut) advierte que durante la guerra de Siria se ha asesinado ya a 814 médicos y enfermeras entre los años 2011 y 2017. Además, sólo durante el 2016, se realizaron casi 200 ataques a centros médicos destinados a la población civil.
Este estudio, que se publica hoy en The Lancet cuando se cumplen seis años de este conflicto bélico, es el primero que analiza su impacto global sobre los trabajadores de la salud.
Esta investigación denuncia que los ataques al personal médico han sido realizados en un 96% de los casos por el gobierno sirio y su principal aliado: Rusia, y que esto pone en peligro el fundamento de la neutralidad médica, según lo establecido en el derecho internacional humanitario. "El 2016 marcó el año más peligroso hasta la fecha, pero continúan estos ataques a los trabajadores de la salud en Siria”, alerta en The Lancet el doctor Samer Jabbour, uno de los autores principales de este informe.
Crímenes de guerra
Este estudio también asegura que, a pesar de las reiteradas denuncias, la comunidad internacional no ha actuado para frenar estas “violaciones de los derechos humanos” que algunas organizaciones incluso califican como “crímenes de guerra”.
Los ataques contra trabajadores de la salud han incluido ejecuciones, encarcelamientos, secuestros y torturas. Por ejemplo, el hospital de Kafr Zita en Hama ha sido bombardeado 33 veces desde el año 2014 y otro hospital subterráneo de Aleppo fue atacado 19 veces en 3 años y destruido totalmente en octubre del 2016.
Atentados
Este número tan elevado de ataques a los servicios de salud no ha ocurrido en ninguna guerra anterior, denuncia también este estudio. Y esta ha sido una de las consecuencias: más de 15.000 médicos, la mitad del colectivo que había antes de la guerra, han abandonado Siria y, en concreto, en Alepo sólo queda un 1 médico por cada 7.000 residentes, diez veces menos que en el 2010.
Por otra parte, se calcula que dos tercios de la población vive ahora en áreas donde los trabajadores de la salud son insuficientes.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...