El Gobierno ve imposible la vía escocesa que proponen Puigdemont y Junqueras
El Ejecutivo muestra su sorpresa por la acusación de Puigdemont y Junqueras de falta de diálogo cuando considera que son los dirigentes independentistas "quienes han hecho de la falta de diálogo y de la imposición la tónica general de su gestión en Cataluña".
Madrid
El Gobierno rechaza la posibilidad de llegar a un acuerdo para la celebración de un referéndum en Cataluña a semejanza de lo ocurrido en Escocia porque recalca que, a diferencia de este caso, en España ni el Gobierno ni el Parlamento pueden negociar algo que corresponde al conjunto de los españoles.
Fuentes de la Moncloa responden de esta forma a la propuesta planteada por el presidente y el vicepresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, respectivamente, en un artículo firmado por ambos en 'El País' en el que reclaman al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la negociación de un referéndum de autodeterminación acordado. Le reprochan su ausencia de diálogo y aseguran que, en cualquier caso, no renunciarán a "ejercer el derecho" de convocar ese referéndum en 2017.
El Gobierno lamenta que los partidos independentistas insistan en pedir ese referéndum de autodeterminación que recuerda que no se puede negociar porque es radicalmente contrario a la Constitución y a la soberanía nacional. De la misma forma, exhibe la disposición al diálogo en todo momento siempre dentro de los márgenes de la ley. "Pero ni el Gobierno ni el Parlamento pueden negociar sobre lo que no les pertenece. La soberanía nacional corresponde al conjunto de los españoles. Esa -puntualizan en Moncloa- es la principal diferencia con el caso escocés que ponen de ejemplo".
El Ejecutivo muestra su sorpresa por la acusación de Puigdemont y Junqueras de falta de diálogo cuando considera que son los dirigentes independentistas "quienes han hecho de la falta de diálogo y de la imposición la tónica general de su gestión en Cataluña". Una forma de actuar con la que cree que han hurtado el debate a los partidos de la oposición y han ignorado la pluralidad de la sociedad catalana.
El Gobierno sale también al paso de la acusación de Puigdemont y Junqueras de que el Estado ha abandonado a todos los catalanes, y frente a ello, asegura que siempre ha fijado como uno de los ejes de la legislatura atender las prioridades de los ciudadanos de Cataluña. De la misma forma, hace hincapié en que ha estado dispuesto a un diálogo constante con el conjunto de la sociedad catalana.