Sebastian Vettel reta a Lewis Hamilton en el estreno del Mundial de Fórmula 1

Madrid

Mercedes y Lewis Hamilton ya tienen rival. Es el Ferrari de Sebastian Vettel, que se ha impuesto en el Gran Premio de Australia, la carrera con la que se ha abierto el Mundial 2017 de Fórmula 1. "Gran máquina", decía el piloto alemán al garaje al término de la prueba, en la que se constataba que el trabajo realizado este invierno empezaba a dar sus frutos.

Ferrari no ganaba la primera del campeonato desde 2010, con Fernando Alonso al volante. Además, Sebastian Vettel se reencontraba con la victoria un año y medio después del logrado en septiembre de 2015 en Singapur.

El alemán se hizo con el triunfo gracias a su ritmo de carrera y a una acertada estrategia con la que consiguió superar a Lewis Hamilton en el único paso de ambos por los boxes. Entró primero el británico, pero el tráfico le hizo perder un tiempo precioso que sirvió para que Vettel saliera por delante cuando fue su turno de hacer el cambio de neumáticos. Si no hubiera tenido problemas de agarre, lo más fácil para el piloto de Mercedes habría sido apurar la entrada lo más posible para tratar de hacerla después del Ferrari. Pero Hamilton no pudo.

Porque cuando el inglés salió a la pista se topó con un Max Verstappen imposible de adelantar y después fue frenado por la batalla por la décima plaza en la que Fernando Alonso estaba inmerso. "Hay que dar la enhorabuena a Vettel. Yo lo he intentado, pero hemos sufrido mucho con los neumáticos. Ha sido buena estrategia de carrera de Ferrari", reconocía ya en el podio.

El piloto alemán pudo hacerse la foto en lo más alto del podio escoltado por los dos de Mercedes, ya que al segundo puesto de Hamilton se sumó el tercero de Valtteri Bottas, el 'heredero' del monoplaza del campeón del mundo Nico Rosberg.

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La cuarta posición fue para el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), seguido por el holandés Verstappen (Red Bull) y el brasileño Felipe Massa (Williams). Carlos Sainz (Toro Rosso) terminó octavo por delante de su compañero ruso Daniil Kvat y del francés Esteban Ocon (Force India), que cerró la zona de puntos.

Un sorprendente McLaren

Fernando Alonso se tuvo que retirar a falta de tres vueltas para el final, cuando peleaba por la décima plaza, por un problema mecánico. No podía culminar de ese modo una carrera en la que estaba rompiendo todas las señales ofrecidas en pretemporada, en la que la fiabilidad del motor había sido nula y los tiempos, más que mediocres. En esta ocasión, el McLaren aguantó [casi hasta el final] peleando con otros equipos hasta ahora más solventes, como Force India y Renault.

De hecho, ni siquiera el abandono se le puede atribuir a la unidad de potencia fabricada por Honda, la gran señalada por los malos resultados del equipo desde que volvió al trabajo en 2017. "La suspensión se ha roto. Estábamos cerca de acabar, pero no aguantó", aclaró el asturiano.

Fernando Alonso se fue con un nuevo mensaje a McLaren: "Pocas veces he tenido un coche tan poco competitivo. A mitad de recta nos sacan tiempo, pocas veces se repetirá este fin de semana: el 13 en la crono, Q2 y ahora en los puntos. Creo que en la próxima carreras va a ser imposible", dijo después de afirmar que esta carrera había sido una de las mejores en toda su vida.