La navarra Brew & Roll gana el premio a la mejor cervecera novel
La sexta edición del Barcelona Beer Festival bate récords de asistencia con 32.000 visitantes a lo largo del fin de semana
Madrid
De la sexta edición del Barcelona Beer Festival (BBF17) ha salido mucha gente contenta. El traslado al recinto de La Farga de L'Hospitalet ha permitido batir récords de asistencia: solo en la jornada del sábado pasaron por allí más de 17.000 personas, para un total de 32.000 visitantes a lo largo del fin de semana. Pero uno de los que más contentos ha tenido que salir, sin duda, es el navarro Javier Zornoza, de Brew & Roll, Premio Barcelona Beer Challenge 2017 a la Mejor Cervecera Novel.
"¡Es la hostia!", explica por teléfono. "En total se presentaron a concurso más de 700 cervezas de 200 marcas y, aunque no sé cuantas de todas esas eran noveles, quedar primero es una auténtica una pasada".
Zornoza es aparejador de formación, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria le dejó sin trabajo y, dadas las circunstancias, se animó a hacer de su afición un negocio con el que ganarse la vida. En 2013 compró un equipo de home brewing, con ollas de 50 litros, y solo un par de años después ya producía en una pequeña fábrica de Barañáin, a las afueras de Pamplona.
El nombre de la empresa alude a sus gustos musicales. De fondo, mientras elaboran, suenan bandas como Napalm Death, Antrax o Motörhead. "Me gusta el ruido. De Metallica para arriba", concede entre risas. Pero no todas sus cervezas son son tan heavys. Algunas, según cuenta, se han hecho justamente pensando en no asustar a quienes no están acostumbrados a las cervezas artesanales.
"Stones, por ejemplo, es una pale ale de 4,2 grados y amargor contenido. E Ipanema, una suavecita de 3,9, es muy tropical en nariz y funciona muy bien en verano", explica. También se dio el gustazo de crear Perro Negro, dedicada a su mascota. Una cerveza muy potente de 9,5 grados que además triunfó: ¡los primeros 500 litros duraron solo 20 días!
Zornoza ha vuelto encantado del "nivelón" del Barcelona Beer Festival. Alaba la buena organización y, sobre todo, el número de cervecerías presentes. "Había 100 grifos y, cada vez que se acababa un barril, pinchaban uno diferente, así que aunque estuvieras todo el día allí, ¡no te daba tiempo a probarlo todo!", comenta.
Pero al mismo tiempo opina que quizá dentro de un año o dos "llegará la criba gorda y solo subsistirán aquellos que hagan las cosas bien". Algo así como el estallido de la burbuja de las cervezas artesanales...
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...