La culpa fue de Robocop
La rápida evolución de la robótica y la presencia cada vez mayor de máquinas inteligentes en el día a día de cualquier ciudadano exige el establecimiento de normas y leyes sobre asuntos como la responsabilidad en caso de accidentes o la privacidad de los datos. El Europarlamento es la primera institución que propone una regulación a gran escala en este campo
Estrasburgo
El informe sobre el que el Parlamento Europeo ha estado trabajando plantea asuntos como hasta qué punto sigue siendo humano alguien que lleva un implante tecnológico capaz de actuar sobre su cerebro o qué tipo de relaciones emocionales se pueden establecer entre una persona y un robot. Puede sonar raro, incluso exagerado para un documento de trabajo de un parlamento, pero son dudas que comparten los especialistas.
Concepción Monje es investigadora de Robotics Lab en la Universidad Carlos III: "Se habla incluso de un botón de la muerte para un robot, y eso equivale a suponer que el robot tiene vida, y eso son palabras muy serias, es casi como equipararle a un humano". Pablo Noriega, investigador de Inteligencia Artificial en el CSIC, advierte sobre el cambio que está en marcha: "Uno desarrolla vinculaciones afectivas [con un robot], y es importante tenerlo en cuenta porque será parte de nuestra vida social, quérámoslo o no, es algo inevitable".
Más allá de lo téoricas o más típicas de la ciencia ficción que aún puedan parecer esas “nuevas relaciones sociales”, hay preguntas muy concretas que ya está planteando el Parlamento Europeo. Sergio Gutiérrez es eurodiputado socialista: "Imaginad una negligencia en una operación quirúrgica en la que participa un robot; de quién es la responsabilidad, del médico o del robot. Son cuestiones sensibles que habrá que ir delimitando". Algo similar plantea Dita Charanzova, eurodiputada liberal, en otro ámbito: "En el caso de los vehículos autónomos, sin conductor, si hay un accidente hay que plantearse quién es el responsable porque la persona ya no maneja el coche, es la tecnología".
Esta parlamentaria rumana reconoce que el momento actual aún es más de plantear preguntas que de sugerir respuestas, "estamos sólo ante el primer informe del Parlamento Europeo, el objetivo es provocar el debate y que la Comisión Europea actúe", desde el Parlamento se apunta ya en algunas direcciones concretas. "De hecho en el informe se pide un código ético, a priori voluntario, tanto para diseñadores como para innovadores para que cuando se diseñe un robot se acompañe de un análisis del impacto social o medio ambiental", apunta Gutiérrez. "Con la llegada de la Internet de las cosas vamos a tener una máquina en casa que se va a comunicar con la red y tenemos que buscar la mejorar manera para asegurar que hay flujo de datos, pero que al mismo tiempo cada persona sepa qué pasa con esos datos. Es un tema bastante importante", añade Charanzova.
La resolución ya aprobada por el Parlamento pide cosas concretas como un fondo que asegure la compensación a las víctimas de accidentes en provocados por automóviles sin conductor, o la creación a largo plazo de una personalidad jurídica específica para los robots. La Comisión no está obligada a seguir las recomendaciones del Parlamento, pero deberá explicar sus razones si no lo hace.
Rafa Panadero
Ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la Cadena SER, a la que se incorporó en 2002 tras...