Amonestación a Diego Cañamero por "intimidar" al ministro Rafael Catalá
La Mesa del Congreso acuerda con los votos de PP, PSOE y Cs y el rechazo de Podemos “dar un toque” al diputado para que no se repitan situaciones de falta de respeto en la Cámara
Madrid
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, llamará a capítulo al diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero, para trasladarle que “actitudes como las ocurridas hace dos semanas no contribuyen al respeto al resto de parlamentarios” y para pedirle que se abstenga de volver a realizarlas en un futuro. La Mesa del Congreso, con el voto a favor de PP, PSOE y Ciudadadanos y el rechazo de los dos miembros de Unidos Podemos, zanja así el reproche al comportamiento del diputado con una amonestación verbal, sin sanción reglamentaria, ya que el episodio se produjo cuando aún no había arrancado la sesión plenaria.
Los hechos ocurrieron el pasado 22 de marzo cuando, minutos antes del inicio de la sesión de control, el parlamentario de Unidos Podemos se acercó a escasos centímetros del escaño del ministro de Justicia, Rafael Catalá, exhibiendo a la altura del rostro dos fotografías del concejal y sindicalista Andrés Bódalo, condenado a tres años de prisión por una agresión durante una protesta, y de Iñaki Urdangarín. Con el gesto, el parlamentario quería evidenciar el, a su juicio, doble rasero en la aplicación de la justicia.
La actitud del diputado suscitó malestar entre parlamentarios de varios grupos que presenciaron la escena y que apreciaron una “actitud intimidatoria” que consideran fuera de lugar en el Hemiciclo. Ahora, dos semanas después, tras un debate en la Mesa del Congreso, el órgano de gobierno de la Cámara ha respaldado por mayoría la propuesta de la presidenta del Congreso, Ana Pastor de amonestar verbalmente al diputado Cañamero para trasladarle que esas actitudes no son adecuadas y para pedirle que no las repita en un futuro por “respeto a la dignidad del resto de los parlamentarios”.
Fuentes de Podemos no comparten esta decisión, consideran que la actitud de Diego Cañamero no fue intimidatoria ni amenazante y supone un ejercicio de su libertad de expresión. También entienden que el decoro del Congreso no sufre menoscabo por el hecho de que se “digan las verdades” en la Cámara.