Morata emerge en Butarque

Madrid

Formar parte de la segunda unidad del Madrid no es un trabajo sencillo. Todo el mundo cuenta con que tu calidad debe imponerse a (casi) cualquier rival del mundo, pero la falta de recorrido y de competición del máximo nivel hace que te falten argumentos para dominar los encuentros.

El partido ante el Leganés ha sido la última demostración. Fue un encuentro en el que mandaron las rotaciones de Zidane que se puso muy de cara para los blancos en la primera media hora de juego pero que en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en un alambre del que estuvieron a punto de caerse los James, Asensio, Lucas y Morata. Este último fue el mejor parado y con sus goles resolvió un partido del que, al final, el Madrid salió como líder de la Liga con ese partido de Balaídos todavía por jugar.

El Madrid de los suplentes saltó al terreno de juego consciente de que estaba obligado a ganar al Leganés sí o sí. Y a pesar de que el equipo pepinero hizo alarde de su personalidad queriendo el balón en los primeros minutos, las primeras combinaciones de los Morata, Lucas, James y Asensio dejaron claro que la pólvora estaba en el bando madridista. Porque aunque el equipo de Garitano insistió en manejar la bola, tres punzadas del equipo de Zidane sirvieron para ratificarlo.

La primera vino de las botas de Asensio. El joven valor del Madrid hizo gala de su potencia en la conducción del balón, de su profundidad al avanzar hasta el área rival y de visión de juego al encontrar a James en boca de gol. El cafetero hizo el 0-1 cuando estaba a punto de cumplirse el primer cuarto de hora de juego.

La inspiración de los madridistas intimidó al equipo blanquiazul. Tanto que en un abrir y cerrar de ojos los de Zidane se colocaron con un 0-3 en el marcador. Ocurrió con dos acciones que terminaron por confirmar la enorme rentabilidad de Morata como goleador pese a los pocos minutos que tiene. El 0-2 lo marcó rematando un saque de esquina en el que el balón le vino tocado del primer palo. Luego aprovechó un pase en profundidad de Kovacic para batir en el mano a mano a Herrerín. Con este último, el madrileño alcanzaba los diez tantos en el campeonato.

Todo el mundo en Butarque -y fuera del estadio- podía dar por cerrado el partido en ese momento. Sin embargo, un viento de locura sopló sobre Leganés para dar la vuelta a la situación y virar el marcador de la placidez para los blancos a la ilusión para los pepineros. Porque cuando se cumplía la media hora de juego Diego Rico encontró un agujero del Madrid por el costado de Danilo. El lateral levantó la cabeza y envió un centro al área chica que tocó en Sergio Ramos pero que Gabriel convirtió en el 1-3.

Butarque no sonó a euforia. Hubo que esperar tres minutos para eso, los que tardó el equipo de Garitano en volver a marcar. La ocasión llegó en un saque de esquina que culminó Luciano para hacer que más de un seguidor del Leganés se frotara los ojos para comprobar si lo que estaba viendo era cierto.

Los jugadores del Real Madrid despertaron de su desconexión y no volvieron a sufrir grandes sobresaltos hasta el descanso. Intentaron reencontrarse con la pelota, tocando de primeras y con verticalidad, para hacer creer al Leganés que eran los que tenían el botón de encendido del encuentro.

Eso no se tradujo en peligro hasta que en la reanudación volvió a aparecer Asensio, la opción más fiable del Madrid esta noche. Le pararon en falta en un costado del área y de ahí salió el cuarto del Madrid, cuando Morata hizo su tercer tanto rematando un balón que tocó en Mantovani antes de entrar en la portería rival.

El 2-4 no mató al Leganés, pero le exigió demasiado para volver a meterse en el partido. Además, el equipo blanco tuvo claro en ese momento que no debía volver a jugar con fuego. Por eso se pisó mucho menos las áreas. Para romper esa tónica saltó al campo Mariano, que ocupó el puesto de Morata, cuando faltaban poco más de diez minutos para el final. Después entraron Isco y Modric. El primero lo hizo por James Rodríguez, que mostró un enfado evidente. Los hombres frescos contribuyeron a mantener el partido a raya para el Madrid.

Lo mejor para el Madrid, que salió airoso de una jornada en la que priorizó el descanso de sus estrellas con el derbi a la vista. Y para el Leganés, los resultados en los otros campos que le permitieron mirar los puestos de descenso con una ventaja de cinco puntos.