La conversación entre un niño y su padre en un estadio de fútbol que enternece a las redes sociales
Era la primera vez que Aitor, de siete años, acudía a un estadio a ver a su equipo, el Betis
En estos días en que los amaños de partidos y las peleas entre padres en un partido de infantiles muestran la cara más fea del fútbol, la más positiva la han protagonizado un niño y su padre en el estadio de Cornellà-El Prat.
En un vídeo emitido por el programa 'El Día Después', del canal #0, se muestra cómo viven un partido un pequeño de siete años y su padre, aficionados ambos del Betis, en la que es la primera vez en un estadio de fútbol para ver a su equipo del pequeño.
Aitor, que es como se llama el niño, pregunta a su padre por los comentarios de otros aficionados de la grada. "Uno del Espanyol le ha llamado antes maricona al árbitro", dice en un momento el niño. "Está nervioso, pero nada, no hagas caso. Mientras tú no lo hagas, que ya sabes que no me gusta, criticar a los árbitros ni al equipo contrario. Tú con el tuyo. Si perdemos, perdemos. Si ganamos, ganamos. Ese es el fútbol ", responde el padre, que intenta aleccionar a su hijo en diferentes ocasiones a que no menosprecie ni critique a equipos rivales. "Que se metan con el Sevilla no me gusta", dice.
Aitor va comentando también algunos lances del partido : "Vale que no sea de mi equipo pero es que es muy bueno", "como saque ahora a Cejudo esto va a estar muy movido" o "los negros si son majos corren rapidísimo, ¿a que sí?".
El Betis, equipo del que es aficionado Aitor y su padre, termina perdiendo el partido pero el niño continúa animando a su equipo y grita "Betis, Betis". "Hay que saber perder", le dice su padre. Una lección para su hijo y para todos aquellos que acuden a los estadios.
Es éste un vídeo que ha enternecido a todos los aficionados y no aficionados al fútbol en las redes sociales. Porque han sido muchos los usuarios que han alabado la actitud del padre y del hijo y que han destacado la deportividad que debe haber siempre en un deporte muchas veces manchado por los intereses económicos.