El último servicio del soldado Pepe
El central, que tiene complicado jugar algo en el final de temporada por la fractura de dos costillas que sufre, termina contrato en verano y no ha llegado a un acuerdo con el Madrid para continuar
Madrid
Pepe se marchó del césped del Bernabéu cuando quedaba media hora de partido. Se fue con la cabeza gacha y el costado doblado. Se marchó después de marcar un gol y de fracturarse dos costillas. Como un combatiente de guerra después de una batalla ganada –luego vino el empate de Griezmann pero para aquellas Pepe ya iba camino del hospital-.
Quién sabe si esa imagen de Pepe dolorido será la última que vea la grada del Bernabéu del que ahora es el tercer capitán del equipo. Todo apunta a que así será.
Porque, primero, se estima que esas fracturas en las costillas izquierdas 7ª y 8ª que sufren le tendrán de baja como poco un mes y de competición queda mes y medio.
<p itemprop="alternativeHeadline">El central del Real Madrid tuvo que abandonar el terreno de juego tras un golpe con Kroos y se podría perder lo que queda de temporada</p>
Y segundo, porque Pepe, que lleva diez años ya vistiendo la zamarra del Real Madrid, termina contrato este verano y no hay noticias de que se vaya a firmar uno nuevo. De hecho todos dan por hecho lo contrario. Que se marchará.
“Mi sueño es retirarme en el Real Madrid”, dijo el brasileño nacionalizado portugués a Manu Carreño a mediados de septiembre. También dijo en ‘El Larguero’ que no habría problemas y que su deseo no era otro que seguir, pero la verdad es que sí los hay.
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Él, que tiene 34 años y una oferta del fútbol chino y alguna más desde Europa, quiere dos años más. Y el Madrid le ofrece uno o nada. A pesar de que Zidane ha contado con él en las citas más grandes, como la de este sábado, desde que en el club se asumió que no seguirá Pepe ha alternado la grada con el campo –es la temporada que menos protagonismo ha tenido con mucha diferencia-.
El central, el mejor pretoriano de Mourinho en la época más dura del ‘mourinhismo’ y uno de los símbolos de la última década en el Real Madrid, celebró con rabia su gol ante el Atlético, mordiéndose el escudo de la camiseta. ¿Fue éste su último servicio a la causa madridista?