EL PCE reivindica su legado y su futuro en el 40 aniversario de su legalización

Madrid

Cuarenta años después de aquel histórico Sábado Santo de 1977, el Partido Comunista de España (PCE) conmemora el aniversario de su legalización reivindicando la lucha por la democracia ganada a pulso con el sacrificio y la vida de muchos de sus militantes. "El PCE se gana la legalidad tras cuarenta años de batalla contra la dictadura franquista y cuando se resiste a que no haya unas elecciones sin su presencia, el partido peleó por su derecho a participar en las primeras elecciones democráticas y el régimen se vio obligado a admitirlo. No fue ninguna concesión", señala el actual secretario general del PCE, José Luis Centella, que aquel 9 de abril, con diecinueve años y ya afiliado al partido, recibió la noticia volviendo de una comida en el campo con varios compañeros en Córdoba. "Fue un día de una gran alegría", recuerda de una época, en los albores de la Transición, en la que el partido llegó a tener cerca de 200.000 militantes.

Hoy, cuarenta años después, muchas cosas han cambiado, y la afiliación apenas ronda las 10.500 personas al corriente del pago de cuota aunque Centella remarca que en el último año se han registrado "unas 2.000 nuevas afiliaciones". El partido, asegura, celebra su aniversario rechazando la idea de quedar convertidos en "una pieza de museo, una reliquia a la que se agradecen los servicios prestados". Al contrario, el Partido Comunista de España, encuadrado en Izquierda Unida y, a su vez, dentro del grupo parlamentario de Unidos Podemos en el Congreso reinvindica su voluntad de seguir transformando la sociedad. Cree Centella que no hay riesgo de disolución de sus siglas: "el PCE se disolverá cuando hayamos alcanzado el comunismo". A medio plazo, el partido prepara para noviembre el congreso que deberá renovar su dirección, aunque Centella no aclara si se presentará o no a la reelección.