La tragedia del 'brexit' como oportunidad

Bruselas

Lo veremos en Francia. Pero Guy Verhofstadt mantiene que los populistas están perdiendo fuerza tras el brexit. No consiguieron la victoria en Holanda, a pesar de que muchos observadores predecían un nexit. No han llegado a la Presidencia de Austria. Y en Finlandia, aunque siguen en el gobierno, han bajado hasta el quinto puesto en la lista de partidos políticos tras las elecciones municipales del pasado 9 de abril.

"Creo que la gente no es tonta. Saben que pueden ser críticos con la UE, yo mismo lo soy con el funcionamiento actual, pero salir es un paso que va demasiado lejos. Un paso que la gente no quiere dar porque saben que una Unión, ¿reformada eh?, es la respuesta a los desafíos de mañana". O sea que Verhofstadt confía en que el brexit se pueda convertir contra pronóstico en una oportunidad. "Creo que es una oportunidad, sí. Como pasa siempre ante un desastre. Son los hechos graves, negativos y con repercusiones los que permiten cambiar las cosas".

O sea que Verhofstadt espera que el brexit tendrá un efecto electoral en Francia. "Claro que lo espero", afirma dando por hecho que la candidatura de Macron es ya el primer ejemplo de que algo ha cambiado. "Su discurso, anteponiendo la soberanía europea a la nacional, es ya impensable en Francia". Una prueba, nos dice, de que los proeuropeos empiezan a agruparse.

Aunque atención. Verhofstadt quiere que las negociaciones para el brexit abran la puerta a una reforma auténtica del proyecto común. "Antes, si eras proeuropeo no podías ser crítico. Hoy los proeuropeos tenemos la obligación de ser más duros con nuestras críticas que los propios euroescépticos".

Y es que la victoria de los antieuropeos en el referéndum británico es "una pequeña tragedia que va a fragilizar la Unión, sobre todo geopolíticamente". Algo que nos lleva a "territorio desconocido", admite antes de defender una negociación con May que permita definir el futuro.

Y es que, aunque "el Reino Unido no obtenga la misma relación que tiene hoy, alguna relación con los británicos es necesaria y yo espero que pueda ser intensa".

Su posición contrasta con la de quienes simplifican la salida pensando en un portazo, con quienes piensan que podrán ignorar la existencia del territorio británico. "No, no es bueno para la UE que el mercado del Reino Unido se cierre a nuestros bienes, a nuestros servicios o a nuestros coches", dice. "Como no es bueno que no haya cooperación a nivel de Defensa, de Seguridad, con Europol o en la lucha contra el terrorismo".

Verhofstadt es partidario de un Acuerdo de Asociación. Un buen acuerdo que regule las futuras relaciones comerciales y precise la cooperación en temas de seguridad. Una ecuación que el aspira a negociar de forma independiente "porque la seguridad de los europeos no se mercadea", afirma intentando romper la dicotomía que ha impuesto Theresa May. Aunque al final, acepta que en el futuro acuerdo de Asociación estarán las dos cosas: el comercio y la seguridad.

Como también admite que el Tratado Europeo obliga a conocer como será la futura relación con quién se va antes de poder terminar el acuerdo de salida. "Es el artículo 50. Dice que hay que conocer cómo será la relación futura, a grandes líneas, antes de terminar el acuerdo de salida".

Por esto Donald Tusk, el Presidente del Consejo de la Unión Europea abrió la posibilidad de empezar a hablar sobre el futuro dentro de unos 6 meses "si dan avances suficientes" en la negociación de la salida. Precisar que quiere decir eso, lo harán los jefes de gobierno el próximo 29 de Abril en la Cumbre especial en la que fijarán la posición común para empezar a negociar. Aunque según Verhofstadt, "a partir de saber qué tipo de relación futura podemos establecer van a ser necesarios varios años para firmar el texto del acuerdo futuro", un Acuerdo de Asociación basado en el artículo 217.2 del Tratado Europeo que puede ser realidad dentro de 5 años.