El FMI mejora su previsión de crecimiento para España hasta el 2,6% este año
La economía española es la que más crece de las avanzadas en 2017
El FMI eleva al 2,6% el crecimiento de España en 2017 / EUROPA PRESS
Madrid
El Fondo Monetario Internacional mejora sus previsiones sobre la economía española. En sus Perspectivas de la Economía Mundial de primavera publicadas este martes le atribuye un crecimiento del PIB de un 2,6% este año, tres décimas por encima del 2,3% que le asignaba el pasado mes de enero. Es más, el crecimiento de la economía española, sería, según el informe del FMI, el más intenso del grupo de economías avanzadas, que incluye las cinco más potentes de Europa -incluida España- además de Estados Unidos, Japón y Canadá.
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El Fondo mantiene, sin embargo, su previsión para 2018, con un crecimiento de la economía española del 2,1%, como estimaba en enero, viéndose superada en este caso por Estados Unidos, con una economía a la que atribuye un crecimiento del 2,5%.
Las previsiones para nuestro país mejoran para este año las del gobierno español, que calcula un crecimiento del 2,5% en 2017. Pero el organismo internacional es menos optimista para el próximo año, ya que el cuadro marco del gobierno Rajoy estima un crecimiento del 2,4% para 2018.
El FMI mejora también ligeramente su previsión de crecimiento de la economía mundial del 3,4 al 3,5% para este año, por un mejor comportamiento de las economías avanzadas, que pasa del 1,9 al 2%. Pero el tirón en la economía mundial sigue siendo protagonizado por las economías emergentes, y en particular India y China, con crecimientos del 7,2 y el 6,6% respectivamente.
El riesgo del proteccionismo
En un análisis preliminar, el consejero económico del FMI, Maurice Obtsfeld, destaca la mejora de las perspectivas a corto plazo, pero alerta de los riesgos a medio y largo plazo, situando en primer plano que un posible giro hacia el proteccionismo puede hacer estallar una guerra comercial.
La tecnología y el comercio internacional, argumenta este portavoz, han tendido a reducir la participación del trabajo enla renta nacional en muchos países. Cuando esto coincide con "un deterioro de la distribución del ingreso" -señala- "pueden surgir presiones políticas contrarias a la integración económica con los socios comerciales". Pero si se aplican medidas en esa línea, concluye, "las pérdidas aumentan cuando los socios comerciales toman represalias".
Sus recetas alternativas: centrarse en políticas laborales activas, mayor progresividad tributaria, inversión en educación más eficaz y cambios en los mercados de vivienda y crédito que faciliten la movilidad de los trabajadores.
