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Caso Gürtel

Los cinco motivos para citar a Mariano Rajoy en el juicio a la trama Gürtel

El tribunal ha decidido por mayoría llamar a declarar al presidente del Gobierno porque en contra de la opinión de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado, han sido constatados hechos nuevos durante el juicio que acreditan la pertinencia de la declaración

El presidente Mariano Rajoy. / Juan Medina (Reuters)

El presidente Mariano Rajoy.

Madrid

Dos de los tres magistrados del juicio en el caso Gürtel, José Ricardo de Prada y Julio de Diego, consideran útil y pertinente para el procedimiento la citación como testigo de Mariano Rajoy porque a su entender y a pesar de lo afirmado por la Fiscalía y la Abogacía del Estado, durante el transcurso del juicio a la trama se han producido hechos nuevos que requieren de la explicación del presidente del partido. Son estos:

  1. Correa desveló en su declaración que llevó millones producto de la trama del 3% a Luis Bárcenas y a Génova, cuando Rajoy era vicesecretario y secretario general del partido. ¿Vio al líder de la Gürtel entrar en la sede, donde según sus palabas, estaba más que en su despacho?, ¿sabía a qué iba?.
  2. En el mismo sentido, el empresario acusado, Alfonso García Pozuelo, confesó que dio dinero para “organismos centrales”. ¿Qué sabe de esto?.
  3. Bárcenas ha declarado que el yerno de un empresario donante a la caja b del PP, Joaquín Molpeceres, advirtió a Rajoy en 2004 de que Correa estaba utilizando el nombre del partido para sus actividades ilícitas, y que por eso le echó, dando instrucciones para que el líder de la Gürtel dejara de contratar con el PP.
    No obstante, no solo no le denunció, sino que la trama siguió trabajando para el PP de Madrid y Valencia hasta que la organización fue desarticulada cinco años más tarde. ¿De verdad dio esas instrucciones Rajoy?, ¿de qué forma y a quién?.
  4. Bárcenas también aseguró, y lo corrobora la prueba documental, que el PP contrató a la marca valenciana de la Gürtel, Orange Market, para organizar parte del congreso nacional que supuso la reelección de Rajoy como presidente del partido en 2008, con el visto bueno del entonces secretario general, Ángel Acebes. Es decir, cuatro años después de que el propio Rajoy, supuestamente, hubiera ordenado que se dejara de contratar con la trama. ¿Sabía de esa contratación?.
  5. Tanto Guillermo Ortega, ex alcalde de Majadahonda, como José Luis Peñas, han declarado que el extesorero Álvaro Lapuerta llamó al Consistorio en 2001 para pedir que contrataran a empresas donantes a la caja b. ¿Sabía Rajoy entonces, como vicesecretario general del partido, de estos comportamientos?.

Además de estos hechos objetivos, acontecen otras circunstancias, que también justifican la citación. La primera es una cuestión de congruencia: si el tribunal ha aceptado que declaren como testigos todos los secretarios generales que ha tenido el Partido Popular, ¿por qué dejar fuera a uno de ellos, Mariano Rajoy, que ocupó ese cargo entre 2003 y 2004, periodo investigado?

En segundo lugar, si el PP se ha negado a declarar cuando se le dio oportunidad de hacerlo como partícipe a título lucrativo, ¿qué mejor que poder preguntar a su presidente, para resolver las dudas al respecto? Además, si está en cuestión la financiación del PP en diversas campañas electorales a cuenta de la trama, ¿quién mejor para responder que quien las dirigía?, porque Rajoy fue director de campaña del PP de cinco elecciones en el periodo investigado.

Y la definitiva. El tribunal ha permitido a la Fiscalía que pregunte durante todo el juicio por la caja b del PP, a pesar de que no es objeto de este procedimiento sino de la pieza separada que será enjuiciada en su día, y que cite a testigos solo para hablar de esa caja negra, como a los exdiputados Jaime Ignacio del Burgo, Calixto Ayesa o al exdirigente del PP, Santiago Abascal.

La mayoría del tribunal considera pertinente ahora que Rajoy también pueda ser citado para declarar por esa caja b, de la que supuestamente cobró sobresueldos, y de la que se pagó con 1.5 millones en negro la reforma de la sede central, ocupando Rajoy la presidencia del partido.

Rajoy no podrá declarar por escrito

La ley es muy clara al respecto. Los presidentes del Gobierno solo pueden declarar por escrito si conocieron los hechos enjuiciados por razón de su cargo. Y no es el caso porque Rajoy supo de ellos mucho antes de ser presidente del Gobierno en 2011. Por tanto, tendrá que declarar en directo, someterse a todas las preguntas de las partes para no conculcar los principios de contradicción e inmediatez, y con la obligación de decir verdad.

Queda por resolver si declarará en la Audiencia Nacional, donde se desarrolla el juicio, si lo hace desde su despacho, para lo que tendría que desplazarse el tribunal y decenas de abogados de las partes hasta Moncloa, cosa que parece inviable aunque no es descartable, según fuentes jurídicas, o si puede declarar por vídeoconferencia. Por plasma.

Al respecto, las fuentes jurídicas consultadas recuerdan que solo se suele permitir esta prerrogativa por razones de distancia, que no es el caso, o de seguridad. “¿Y qué más seguridad hay que en el desolado polígono industrial de San Fernando de Henares, donde se celebra el juicio, custodiado por decenas de policías nacionales?”, apuntan las mismas fuentes. Además, este tribunal “tiene una cultura de no aceptar vídeoconferencias”. Han sido muchas las reclamadas y las ha rechazado todas “porque se pierde inmediatez y solidez” en la prueba.

Comienzo del vía crucis de Rajoy

La decisión del tribunal tiene consecuencias imprevisibles. Primero, y aunque improbable, Rajoy va a tener que trabajar la declaración porque si el tribunal advierte que intenta confundir, esquivar las preguntas o miente durante su declaración, puede deducir testimonio por fraude procesal o falso testimonio contra el presidente del Gobierno.

Pero esta citación, puede no ser la única sino simplemente la primera. Ya que si en esta pieza de la Gürtel, en la que a priori tiene poco que ver, es citado como testigo, lo lógico es esperar que también sea llamado a declarar cuando tenga lugar el juicio por la caja b del PP.

Porque desde esa caja b, “ya acreditada” según la Fiscalía, supuestamente se abonaron sobresueldos durante años al propio Rajoy, y se pagaron en negro las obras de la sede, siendo Rajoy presidente del Partido Popular.

Mariano Rajoy siempre ha esperado sin hacer nada a que el paso del tiempo solucionase los problemas que le acuciaban. En esta ocasión, juega en su contra. El inexorable paso del tiempo le conduce directo y de lleno, hasta el problema.

 
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