Monstruos, ballenas y soldados: siete lecturas infantiles favoritas de libreras

Madrid

La abuela regresó decidida a la librería. "Traigo a mi segundo nieto a ver si pasa lo mismo que con María, que la habéis convertido en una gran lectora", dijo a Esther Madroñero, librera de Kirikú y la bruja, que explica la anécdota para ilustrar que aunque el negocio sea "muy difícil" hacerlo sostenible, "es muy rico para el alma" porque son un lugar de "experiencia y compartimos la misma pasión de nuestros clientes". Abrieron en 2003, en "tiempos de bonanza", cuando la administración compraba para el fondo de las bibliotecas bibliotecas públicas. Con la crisis eso se acabó. "Nos tambaleamos, pero hemos seguido adelante", explica.

Recomendaciones de Esther:

1. Ñac Ñac. El monstruo come libros. Emma Yarlett (Ed. Bruño). 

Fue el libro ganador en el concurso que organiza esta librería con la biblioteca pública Eugenio Trías de el Retiro, en Madrid. El jurado estaba formado por niños de entre 4 y 11 años.

2. Colección Nos gusta saber. (Ed. Siruela).

Con títulos como El futuro explicado a los niños o ¿Por qué hay todo o nada?, estos libros le gusta a Esther porque son "apetecibles y fomentan la curiosidad" de los niños a la vez que son "muy rigurosos" en sus explicaciones del mundo que nos rodea.

Lara Meana era una bibliotecaria rural hasta que se cansó de luchar contra la administración para conseguir hacer proyectos de difusión de la lectura. Entonces creó la librería El bosque de la Maga Colibrí que ahora cumple 10 años. "Lo que hace buenos lectores son buenos libros. Los textos con los que aprenden a leer en la escuela son bastante estúpidos. Se sigue aprendiendo a leer con mi mamá me mima", afirma Lara. Su recomendación:

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3. Dorothy. Pablo Auladell y Javier Sáenz Castán. (Ed. A buen paso).

Los dos autores del libro han sido galardonados con el Premio Nacional de Cómic, Pablo Auladell, y el Premio Nacional de Ilustración. "Me reí a carcajadas con el libro. Trata con ironía fina la sociedad moderna de los padres que no se ocupan de sus hijos", explica Esther, que con su web Ruta de lecturas ofrece de forma gratuita recursos a los profesores para fomentar la lectura en las aulas.

4. Piratas del mar helado. Frida Nilsson. (Ed. Thule).

La autora es una escritora nórdica y la historia es de dos hermanas. A la pequeña la raptan los piratas y la mayor decide rescatarla. "El personaje femenino es fuerte y con iniciativa", dice Lara. 

Un clásico en Barcelona es la librería Casa Anita. Su propietaria, Oblit Baseiria, le dió forma hace 12 años. No le gusta que Sant Jordi caiga este año en domingo porque ha comprobado que la gente sale menos a la calle, lo que afecta también a la facturación de un sector que tiene ese día como uno de los más importante del año. Oblit está convencida de que para conseguir que los niños lean más el trabajo comienza en la escuela pública que necesita de verdaderos proyectos concebidos a medio y largo plazo. Su recomendación:

 5. ¡De aquí no pasa nadie! Isabel Minhos y Bernardo Carvalho. (Ed. Takatuka)

Son las peripecias de un general que coloca a un militar en la página derecha y hace que nadie pueda pasar a la otra. "Para mi el libro sostiene que algunas órdenes carecen de sentido", dice esta librera.

La Mar de Letras es una librería madrileña regentada por Clara Porras. "La lectura sigue siendo la gran asignatura pendiente de este país. Se lee más que cuando yo era pequeña, en los años 60, pero aún queda mucho por hacer", afirma. Le cuesta elegir sus recomendaciones, pero al final se decide por estas dos historias:

6. Por el camino. Mariana Cruz. (Ed. Kalandraka)

Clara explica que es un libro "muy sonoro". Cuenta hasta 10 con animales que van al cumpleaños de una ballena. "Es un libro muy especial", dice.

7. Hermanas. Raina Telgemeier. (Ed. Maeva).

Es una novela gráfica que explica cómo de complicada puede ser la relación entre dos hermanas capaces de vivir los mejores y los peores momentos.

Esta lista es solo una pequeña muestra de todo lo que se puede encontrar en una librería. El proceso de elección de la lectura debe de ser libre, en opinión de Esther, de Kirikú y la bruja. "Cuando llegan aquí les orientamos según lo que vemos y lo que nos dicen, pero la elección al final es muy personal", dice. Aunque a veces, sean los libros los que son capaces de elegirnos a nosotros.