Pedro Sánchez se erige en la oposición de la oposición

Madrid

"¡Y ahora ha puesto un tuit!". Diputados y dirigentes socialistas se llevaban ayer las manos a la cabeza al comprobar la escalada de Pedro Sánchez contra la gestora y el grupo socialista, desmontando la tarea de oposición del PSOE en el Congreso en pleno repunte de casos de corrupción del Partido Popular. En su estrategia de derechizar a Susana Díaz y confrontar su proyecto al del 'PSOE de la gestora', el exlíder socialista ha optado esta semana por la presión en los mítines, por carta y en las redes sociales para que, en lugar de hacer comparecer a Mariano Rajoy en la comisión de investigación que los socialistas quieren poner en marcha en 10 días, lo haga en el Pleno del Congreso, tal y como reclama el grupo de Unidos Podemos. Ha sido difícil durante meses, pero ahora, en la cuenta atrás del 21 de mayo, parece misión imposible blindar la actividad institucional del PSOE de las agresiones orgánicas.

Los "se está pasando" y "nos va a destrozar" que se oyeron ayer entre algunos diputados alienados con otras candidaturas fueron lamentos que no tuvieron traducción en declaraciones públicas contra Sánchez, pero sí una foto buscada por la gestora en un intento de trasladar una imagen de normalidad.

El portavoz, Mario Jiménez, convocó a los jefes del grupo socialista en el Congreso, Antonio Hernando; en la Asamblea madrileña, Ángel Gabilondo; y en el Ayuntamiento de Madrid, Purificación Causapié, para trabajar en la estrategia contra la corrupción popular en la Comunidad. Al frente de la delegación madrileña en Ferraz, la líder del partido en Madrid, Sara Hernández, alineada de forma activa con Patxi López en las primarias.

Fuentes socialistas aseguran que es Sánchez quien se comporta como un outsider. "Da bazas a nuestros rivales políticos en un momento en el que la sociedad necesita ver al PSOE como un partido solvente", asegura un dirigente del PSOE indignado con el ex secretario general. Lo acusa de "debilitar al PSOE en beneficio propio". Desde el equipo del exlíder socialista replican con un argumento que es el argumento principal de la campaña de Sánchez: "Son ellos quienes han desdibujado al PSOE con su abstención para dejar gobernar a Rajoy a pesar de la corrupción que todos sabíamos que estaba ahí".

El hecho de que exlíder socialista acuda a la relación epistolar y el ataque tuitero al actual responsable del partido, Javier Fernández, también genera malestar entre los apoyos de la gestora que ven una clara intencionalidad electoral en estos movimientos. Hablan directamente de "deslealtad" a pesar de que prometió lo contrario públicamente el día de su dimisión. Es más, explican que si de verdad Pedro Sánchez estuviera interesado en que Mariano Rajoy fuera al Pleno del Congreso, su hombre de confianza en la dirección del grupo socialista, José Luis Ábalos, habría planteado esta prioridad. "Lo que buscan es hacer ruido porque vive del conflicto", añaden desde la candidatura de Patxi López, en la que restan importancia al hecho de que Rajoy comparezca de uno u otro modo.

Sostienen que lo importante es que dé explicaciones. En el grupo parlamentario añaden un argumento: piden que el presidente del Gobierno vaya a la comisión de investigación entre otras cosas, dicen, porque ahí está obligado a decir la verdad. Lo contrario sería delito. 

Tensión interna por la recogida de avales

El enfrentamiento y cruce de cartas entre Pedro Sánchez y Javier Fernández, en tono frío y con reproches en ambas direcciones, se produce en un momento en el que distintas fuentes del PSOE hablan de "máxima tensión en el partido" con la recogida de avales. "Están presionando muchísimo", sostienen fuentes del equipo de Patxi López. Aseguran que en territorios como la Comunidad Valenciana, donde el poder orgánico está dividido entre los apoyos de Susana Díaz y Pedro Sánchez, es mucha la crispación. 

Por ahora, nadie da cifras de cuántos avales llevan recopilados, a pesar de que entre los apoyos de Díaz sostienen que hay territorios donde ya está muy avanzada la tarea de recogida de firmas. La decisión de los coordinadores de la campaña es no bajar el perfil público en este tema y no publicar cifras que puedan desmovilizar a sus seguidores, porque piensen que ya está el trabajo hecho. También quieren alejar la imagen de prepotencia, aunque aspiran a recoger cuantos más avales mejor. En el equipo de Pedro Sánchez trabajan a pleno rendimiento también pero, conscientes de que Díaz quedará por delante, siempre responden que su objetivo es ganar las primarias y no los avales. Patxi López, por su parte, baraja entregar las firmas en cuanto tenga las algo más de 9.000 que se necesitan para ser candidato y evitar así participar de la "guerra de avales" que denuncia a diario.