Isco se luce en Riazor y el Madrid mantiene el pulso al Barça

Que si el último gol de Messi en el Clásico había dejado al Madrid tocado, que si la goleada de los de Luis Enrique ante Osasuna dejaba a los blancos con el agua al cuello, que si Zidane tiraba del equipo B… Que si pitos, que si flautas, pero pitó el árbitro y el Madrid hizo gol.

Ni tan siquiera un minuto se había jugado de partido cuando Morata hizo diana. Un robo de Danilo, un pase medido de Isco y un zapatazo de Morata. Y algo más de diez minutos después James firmó el segundo con un potente zurdazo. Un minuto antes, Asensio estampó la bola con un palo de la portería de Germán Lux.

Así fueron los primeros 25 minutos de partido. Un asedio total y absoluto del Real Madrid a un Deportivo agazapado y temeroso. Era un Madrid ansioso, hambriento y voraz. Un Madrid plagado de secundarios -sólo Nacho y Marcelo repitieron del equipo que jugó el domingo el Clásico- con ganas de decir a Zidane que plazas como ésta de Riazor o la de El Molinón, están bien, pero que otras como el Allianz Arena o el Calderón, están mejor.

Sin la BBC y sin Kroos, Casemiro ni Modric, Zidane optó por sacar a tres virtuosos en el centro del campo, Isco, James y Asensio, que se lucieron de lo lindo ante un Arribas y un Sidnei totalmente desarbolados.

El susto no se le fue del cuerpo al Deportivo hasta la media hora cuando Andone, después de un desbarajuste general de la defensa blanca, batió a Casilla.

Un gol que aletargó al hasta entonces impetuoso Madrid. Porque de manera casi incomprensible al equipo de Zidane le empezaron a temblar las piernas y el equipo de Mel se asentó en territorio blanco, dominó la bola y puso a prueba a Casilla. En el 38 con un tiro potente de Carlos Gil y en el 42 fue Casilla el que se hizo un lío morrocotudo y Kakuta el que estuvo muy cerca de poner el empate.

Se lo empezó a creer el Deportivo cuando Isco, con una genialidad, decidió que ya bastaba de sustos. Se fue de dos, se cayó, se levantó, hizo una ruleta, abrió el juego a la izquierda, donde estaba Marcelo, que centró para que Lucas Vázquez, después de un rechace de Lux, firmara el tercero de los blancos.

Después del descanso el ritmo de juego bajó un poco, aunque los secundarios del Madrid, esta vez titulares, quisieron seguir luciéndose. Pasó también que enfrente quedaba ya un Deportivo raquítico -el equipo gallego se quedó sin cambios en el minuto 57 cuando Carles Gil tuvo que marcharse lesionado. Antes, en el descanso, Mel ya había cambiado a Germán Lux, tocado después de una parada con la cara, y Kakuta-.

Los blancos hicieron y deshicieron a su antojo y vino una ocasión de gol tras otra. Marcó su segundo James en el 65 e Isco en el 77. La grada de Riazor se puso, de hecho, en pie para despedir al centrocampista malagueño que esta noche se puso el disfraz de genio.

Aún quedó tiempo para que uno y otro hicieron gol. En el 83 Joselu consiguió marcar el segundo del Depor después de una asistencia de Andone, autor del primer tanto. Y a falta de tres minutos para el final el que hizo gol fue Casemiro, suplente esta vez.

Esta victoria permite al Madrid mantener el puso al Barça, con 78 puntos ambos, aunque siguen teniendo un as en la manga, el partido aplazado ante el Celta.