La justicia paraliza la tercera orden ejecutiva antiinmigrantes de Donald Trump
El presidente de Estados Unidos pretende retirar fondos federales a las ciudades que no colaboren con su plan migratorio
Washington
Un juez federal ha paralizado otra orden ejecutiva antiinmigrantes de Donald Trump; la tercera que bloquea la justicia en tres meses. Se trata de una suspensión temporal hasta que se decida sobre su constitucionalidad, pero es un golpe para un presidente que ha hecho de la propaganda antimigratoria uno de los pilares de su programa de gobierno. Esta orden pretendía de retirar los fondos federales a las conocidas aquí como “ciudades santuario”.
Estas ciudades se niegan a cooperar con las autoridades federales de migración, por ejemplo, haciendo redadas contra inmigrantes indocumentados o colaborando con deportaciones aleatorias. La primera ciudad en demandar al presidente de Estados Unidos fue San Francisco. En enero, a los pocos días de que Trump firmara la orden ejecutiva que amenazaba con retirar miles de millones de dólares a más de 200 ciudades en todo Estados Unidos, el alcalde de la ciudad californiana, Ed Lee, aseguraba que la norma es “inconstitucional y antiestadounidense”, y que el municipio defendería a sus ciudadanos ante un “exceso salvaje del poder que tiene un presidente”.
La justicia le quita la razón a Donald Trump
De momento la justicia le ha dado la razón y se la ha quitado al presidente. Los demandantes argumentan que la orden de Trump viola la separación de poderes ya que el presidente pretende controlar la gestión del gasto, una facultad que le pertenece al Congreso. Además dice que es inconstitucional porque el gobierno federal está coaccionando a los municipios, y eso vulnera la décima enmienda. Hace cuatro días, el fiscal general, Jeff Sessions, amenazó a varias ciudades santuario con quitarles ingresos si no empezaban a colaborar con las autoridades migratorias antes del 30 de junio.
Este bloqueo judicial se suma a los aplicados contra dos órdenes ejecutivas que impedían la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y refugiados de todo el mundo. A punto de cumplir sus primeros cien días de gobierno, Donald Trump no ha podido ejecutar ninguna de sus medidas estrella: no tiene presupuesto para construir el muro con México, ni ha podido prohibir la entrada a migrantes, ni ha hecho desaparecer las ciudades santuario. Al menos de momento.