Nadal salva un partido envenenado ante Fognini

Con una calavera en la camiseta adornada con unas estrellas, así se presentó Fognini para recibir a Nadal en su debut en el Mutua Madrid Open. Fognini es pura métrica libre en un deporte tan tradicional y difícil de mover como el tenis. Se enfrentaba al diez veces ganador de Barcelona y Montecarlo y sin embargo parecía que estaba en el salón de su casa.

Nadal se encontró a un rival que empezó mandando, pegando prácticamente quieto y dirigiendo los peloteos casi a su antojo. Con el cielo cubierto y amenazando lluvia, empezaron a romperse los servicios de forma mutua, pero siempre con la sensación de que el que tenía la batuta del partido era el italiano. El español, aquejado de una otitis en la última semana, intentaba seguir enganchado sin dar una bola por perdida.

Fognini dispuso de 5-3, dispuso incluso de bola de set, pero ahí salió la otra parte del transalpino, esa que es capaz de desaparecer de cualquier sitio. Nadal vio el hueco y se metió hasta la cocina, apretó con la derecha y llevó el parcial al desempate para acabar embolsándoselo.

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El segundo parcial empezó con Fognini otra vez jugando muy agresivo y montándose bien sobre la pelota. El italiano estuvo casi todo el partido más acertado que Nadal al saque y por ahí en sacó algo de ventaja. La gran diferencia residió en que salvó las tres bolas de break que concedió y Nadal apenas solventó una de las dos que le ofreció al rival. 6-3, un set iguales y partido envenenado para empezar.

La victoria más dura del año en tierra

A Nadal no le vino nada mal empezar sacando en la tercera manga, llevar el peso y la ventaja psicológica de ir delante pesó sobre Fabio. La estructura de los puntos era similar a la de los sets anteriores, pero algo había cambiado porque el discípulo de Davín no cerraba los puntos con tanta claridad. Con el 3-2 Fognini vaciló levemente como ya hiciera en el final del primer set, y ahí Nadal volvió a oler su oportunidad.

Consumó la rotura del saque del de San Remo y Nadal encaró un 4-2 que le llevaría hasta la victoria final. En definitiva, un debut complicadísimo ante un rival imprevisible en el que seguramente haya sido el partido más difícil de Nadal en esta gira de tierra. Nadal no fue mucho mejor que Fognini, pero ganó, y ganar es el único camino que le puede llevar al décimo título en París.