Sociedad
Pedagogía

¿Qué ocurre si el alumno aprende lo que le interesa? En esta clase tienen la respuesta

Asistimos a una clase SOLE, el espacio organizado por los chavales para aprender. Se puede copiar, levantarse o no participar

El colegio público Ciudad de Jaén, en Madrid, es pionero en este sistema ideado por Sugata Mitra, ganador del premio TED

En esta clase los chavales aprenden a partir de sus propias preguntas

Así se desarrolla una sesión SOLE en el aula. / BEA POLO/ M.A.

Madrid

¿Por qué la sangre es roja? ¿Cómo se forma un protón? ¿Se puede comer un limón y no arrepentirse? ¿Por qué cayó el Imperio Romano? ¿Existen los sueños premonitorios? ¿Por qué hay varios idiomas y no solo uno? Toda gran idea empieza por una gran pregunta. Curiosidad llama a curiosidad. La motivación y las ganas de aprender como motor educativo. Con independencia de la edad y de la materia. La transversalidad del conocimiento alejada de los compartimentos estancos. El alumno se convierte en el centro de su propio aprendizaje. SOLE son las iniciales en ingles de Self Organized Learning Environments: espacios de aprendizaje colaborativo organizados por los alumnos. Una metodología desarrollada por Sugata Mitra desde 1999 y a partir de su experimento Un hueco en la pared. En un suburbio de la India, colocó un ordenador en una especie de quiosco situado detrás de un muro. Descubrió que los chavales fueron capaces de acceder a la información y aprender por sí mismos. Este hecho le inspiró para crear Una escuela en la nube, donde niños de todo el mundo se conectan en línea. Fue el llamamiento global que le valió el Premio Ted 2013.

De los suburbios de la India al sur de Madrid

La idea es sencilla. Un SOLE es un espacio donde 20 o 30 chavales trabajan en grupos de  cuatro o cinco, con ordenadores con Internet. Pueden copiarse, cambiar de grupo o no participar.  Al comienzo eligen una pregunta que les interese. Dedican un tiempo para investigar y finalizan con una puesta en común.

En el colegio público Ciudad de Jaén, en Madrid, comenzaron en noviembre con las sesiones de SOLE. "Al principio casi tiramos la toalla. Los chavales no están acostumbrados a trabajar libremente y en equipo sin una organización por parte del adulto", explica la profesora Cristina Sánchez. "Estas clases les ha dado motivación para venir a clase, capacidad para seleccionar la información y saber respetar lo que dicen sus compañeros", asegura. Cristina ha notado que les ha servido para mejorar la estructura del lenguaje. Lo habitual es que las preguntas que plantean formen parte del currículo de su curso. "El otro día, cuando investigaron sobre si se puede viajar en el tiempo, salieron fórmulas matemáticas", recuerda.

"Animamos a quien quiera a venir a echar una mano a la escuela"

Francisco Asensio es director del colegio desde hace 14 años. "Cuando llegué me encontré un centro de una realidad compleja, pero diferente a la actual. Personas también muy humildes y un entorno pobre, pero aún no había impactado en la zona toda la inmigración con distintos puntos de vista. El centro del barrio estaba rodeado de chabolas", explica.

Un grupo busca información en el ordenador. / CADENA SER

El colegio, abierto hasta las nueve de la noche y con programas de la Cruz Roja para niños que lo necesitan, cuenta con 600 alumnos. Francisco es un apasionado de la educación como herramienta para conseguir el cambio social. "A los niños hay que darles instrumentos desde distintos puntos de vista. Por eso, deberían intervenir distintos perfiles profesionales para que vean lo que un profesor no ve", afirma. 

No solo desarrollan el currículo marcado, sino que están abiertos a otros programas capaces de aportar al alumno autonomía y motivación. "Animamos a quien quiera a venir a la escuela para echar una mano. Personas que quieran colaborar para hacer comprender a los chavales que pueden mejorar como ciudadanos. El niño debe sentirse querido. En estos entornos, no es que los padres no quieran, pero están ocupados en sobrevivir", explica Francisco. "Aquí intentamos enseñarles a ser persona. Es la forma de hacer que ayuden a su compañero o se sensibilicen sobre cualquier tema", concluye convencido. Carlos Giménez es el profesor de música. Con su proyecto La banda del cole, consigue que los chavales experimenten la superación, el esfuerzo, el trabajo en equipo y la convivencia. Todo durante el recreo. La motivación mueve montañas.

La heutagogía o el proceso de aprender cómo aprender

La heutagogía apuesta por nuevos modelos para que las escuela sean lugares donde los niños autorregulen sus aprendizajes en base a sus intereses. Javier Bronchalo es pedagogo y coordina el proyecto SOLE en España. "La propuesta invita a todos los niños a investigar temas difíciles a través de grandes preguntas, abrazar la duda y los involucra en operaciones intelectuales arduas como es la lectura de textos que fueron escritos para un público adulto. El mayor reto es que todo esto suceda en un clima de libertad física, de movimiento, pero sobre todo intelectual", explica Javier. Las investigaciones le han confirmado que SOLE aumenta la motivación, desarrolla las habilidades de lectura comprensiva y promueve la reflexión colectiva e individual. Trabajan en cómo lograr un currículo basado en preguntas, no en hechos, personalizado y siguiendo los intereses de los alumnos. "Hablamos de un currículo mínimo no invasivo, con pocas grandes preguntas. Podría estar dividido por temas, donde los alumnos irán creando e investigando sus propias preguntas según sus intereses", afirma.

Las conclusiones escritas por uno de los equipos. / CADENA SER

Maika Ávila

Maika Ávila

Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...

 
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