El Sevilla se despide con goleada
El equipo nervionense endosó una manita a Osasuna en el último encuentro de la temporada
El Sevilla ganó 5-0 al descendido Osasuna y, con un festival de goles, puso fin a la era Sampaoli y a un gran año, aún con el regusto amargo de que fue de más a menos, pues acabó cuarto y logró su segunda mejor puntuación histórica en la Liga.
En la despedida de Jorge Sampaoli -ante la casi segura salida del argentino para ser seleccionador de su país-, el Sevilla fue muy superior al deprimido equipo navarro, al que ya ganaba 3-0 al descanso y al que goleó sin piedad con sendos dobletes del argentino Franco Vázquez y de Vitolo, con un gol cada uno en cada periodo, y uno del montenegrino Jovetic en la primera mitad.
Los locales ya tenían asegurada la cuarta plaza que les permitirá jugar en agosto la previa de la 'Champions' y los navarros, descendidos desde hace varias jornadas, la seguridad de no acabar colistas tras perder el viernes el Granada, por lo que ambos sólo se jugaban terminar bien una temporada muy dispar para unos y otros.
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Esto se notó desde los comienzos por la falta de intensidad y de ritmo, con un juego lento, en un choque que Osasuna afrontó con diez ausencias, nueve por lesión y una por sanción -la de Sergio León, su máximo goleador-, y cinco jóvenes del filial en la convocatoria, pero sólo fue titular el central hispano-colombiano Jhon Steven.
Con el meta David Soria, que debutó en Liga después de que fuera titular en la Liga Europa que su equipo ganó el pasado año, y con el danés Krohn-Dehli, que reapareció en el Sánchez Pizjuán tras hacerlo la pasada jornada en el Bernabéu después de más de un año lesionado, el Sevilla impuso pronto su superioridad ante un rival diezmado.
Perdido, tocado anímicamente por el descenso, con un fútbol completamente inofensivo e incapaz de asociarse para enlazar jugadas de peligro, los navarros se vieron dominados por un Sevilla que controló siempre el choque con comodidad, sin forzar demasiado la máquina, y que encarriló muy pronto la goleada.
Tras reclamar sin éxito el argentino Joaquín 'Tucu' Correa un penalti por una entrada de Oier, el internacional Víctor Machín 'Vitolo' abrió a los diez minutos el marcador al fallar el italiano Salvatore Sirigu, exportero sevillista, en el despeje de un tiro de Correa y hacerle una dejada al delantero para que remachara a placer.
Con el 1-0, los blanquirrojos acrecentaron su superioridad y, sin apenas encontrar resistencia en los osasunistas, desplegaron su potencial ofensivo para ampliar tan sólo diez minutos después su renta con un gol del argentino Franco Vázquez en el 20, al rematar a la perfección con el interior del pie un centro medido de Vitolo.
Esto acabó de hundir a Osasuna, que bajó los brazos y no generó ocasiones claras por falta de claridad y determinación. Mientras, el Sevilla dispuso de tres opciones de gol por medio del montenegrino Stevan Jovetic, que en una de ellas marcó su séptimo gol en Liga y puso el 3-0 con un gran derechazo desde la frontal a los 35 minutos.
Tras el descanso, y ante la gran diferencia entre ambos equipos y la amplia ventaja local en el marcador, el partido tuvo poca historia y se tornó aburrido, además de que al conjunto navarro, inocente y muy débil física y, sobre todo, mentalmente, le siguió costando un mundo hallar vías de ataque.
Kenan Kodro lo intentó con un tiro lejano que paró Soria y luego Oriol Riera no llegó de cabeza a un centro de Berenguer, un bagaje ofensivo escasísimo para un equipo que aguantó como pudo el dominio hispalense, con profesionalidad, aunque seguramente con el deseo de que se acabara cuanto antes la pesadilla de una temporada aciaga.
Más aún, cuando Vázquez y Vitolo redondearon la fiesta sevillista con un doblete cada uno al hacer el argentino el cuarto a la hora de juego, al remachar un perfecto centro del brasileño Mariano, y Vitolo el 5-0 tras una bonita jugada personal, a diez del descanso.
Sampaoli y el técnico osasunista, el serbio Petar Vasiljevic, dieron minutos al brasileño Ganso y al galo Ben Yedder, y al lateral Fuentes y a los chavales del filial Olavide y Kike Barja, pero el marcador no se movió más en un choque con el que Osasuna dijo adiós de una forma muy triste a la Primera División.