El expresidente de la CAM se iba de compras mientras se debatían las previsiones económicas de la caja
Modesto Crespo afirma en el juicio que, mientras el SIP conocía las previsiones de hundimiento de la caja en octubre de 2010, él se dedicó "a acompañar a las señoras y les llevé a visitar outlets porque querían ver zapatos y bolsos"
Madrid
El que fue presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo no conocía el estado de sus cuentas. Modesto Crespo, acusado en el juicio por el desastre financiero de la entonces cuarta caja del sistema financiero español, ha asegurado que las noticias que le llegaban sobre el estado de la entidad eran "todo lo contrario, todas positivas".
Ha explicado Crespo que cuando fue nombrado presidente de la CAM, él dijo que "no me sentía con capacidad" pero que accedió cuando "me dijeron que no iba a tener responsabilidades ejecutivas".
Crespo se sienta en el banquillo de la Audiencia Nacional junto con otros siete exdirectivos de la CAM acusado de participar en el falseamiento de unas cuentas que pasaron de unos beneficios de sesenta millones a un agujero de más de mil cien millones de euros en plena fusión con otras tres cajas: "Una semana antes de producirse la intervención de la CAM las noticias eran positivas, la propia ministra declaraba que todas las cajas habían superado el test de estrés", ha afirmado. Las cuentas, además, fueron aprobadas con el visto bueno de la auditora KPMG.
La CAM fue rescatada en un movimiento que, según el Tribunal de Cuentas, ha costado hasta la fecha más de once mil millones de euros al erario público. Crespo, a quien no acusa la Fiscalía,se ha esforzado también por dejar claro que todos los asuntos investigados no pasaban por sus manos: "No tengo experiencia en la banca", ha afirmado explicando que antes de ser presidente de la cuarta caja del país se dedicaba al sector del automóvil. Su función era "representar" a la CAM y dirigir los consejos de administración.
En su afán por demostrar su desconocimiento del funcionamiento interno de la caja que dirigía, ha explicado que no estuvo presente en una reunion de octubre de 2010 en la que el Sistema Institucional de Protección (SIP) que formalizaría la fusión con otras cajas fue informado de la posibilidad de perder más de mil millones de euros. "No asistí a esa reunión porque no tengo conocimientos. Es más, me dediqué a acompañar a las señoras y les llevé a visitar 'outlets' porque querían ver zapatos, bolsos y más menesteres", ha dicho.
"Era un mero instrumento", ha asegurado posteriormente.
El tribunal acota las reclamaciones
Al comienzo de la sesión, el tribunal que preside el juicio ha comunicado a los abogados su decisión sobre las cuestiones previas que plantearon ayer: según ha explicado uno de los abogados, los jueces han acotado a los años 2010 y 2011 la reclamación de las acusaciones por la adquisición de cuotas participativas de la CAM bajo el engaño de unas cuentas falsamente saneadas.
Una hipotética condena en este juicio, por tanto, respondería a nivel económico de los afectados por estos productos y que los adquiriesen entre los años 2010 y 2011, y no antes. Otra causa judicial