En la última jornada de debate y votación en el Pleno del Congreso de los Presupuestos Generales del Estado de 2017, cuya aprobación ha quedado garantizada tras el acuerdo del Gobierno con Nueva Canarias, el presidente del Gobierno se ha equivocado al votar una enmienda, un error que no tiene consecuencias. En la pantalla electrónica de votaciones del hemiciclo han quedado reflejados los 328 síes, 19 abstenciones y un único no, el de Rajoy. La Presidencia de la cámara ha ordenado las votaciones en tres tandas. La primera se produjo el martes sin sobresaltos, pero en la primera de este miércoles el fallo presidencial se ha producido en la votación de una enmienda de su socio de Nueva Canarias sobre inversiones urbanísticas en las islas. En la sesión del martes se aprobó la inclusión en los Presupuestos de 2017 de las reivindicaciones de Nueva Canarias pactadas con el Gobierno que contemplan bonificaciones del 100% al transporte de mercancías y subvenciones del 75% para los billetes aéreos entre las islas. El error de Rajoy no ha sido la única anécdota de la sesión del Congreso. La rotura de las patas de un escaño de un diputado de Ciudadanos ha obligado a interrumpir durante unos minutos la votación de las enmiendas a los Presupuestos hasta que se ha retirado el maltrecho asiento. En el momento en el que se estaban votando las enmiendas de Unidos Podemos a la sección del Ministerio de Fomento se ha escuchado un fuerte golpe en el hemiciclo. Cuando las cámaras de televisión han enfocado el origen del estruendo se ha podido ver ya a tres diputados de Ciudadanos en pie: Toni Roldán, Marta Martín y Melisa Rodríguez. El escaño que ha cedido ha sido el de Toni Roldán, que se ha visto en el suelo. «Se ha descuajeringado», ha bromeado después Roldán, que ha ironizado que no siente «demasiado apego a los sillones», dejando claro que no había hecho «ningún movimiento extraño» para que el sillón se viniera abajo. De inmediato ha aparecido un ujier que se ha llevado los restos del escaño, por un lado el asiento y el respaldo y por otro las patas, entre las risas y los rumores de los diputados que presenciaban la escena. El diputado de Ciudadanos y actor Félix Álvarez Felisuco incluso ha mostrado las patas a modo de trofeo hasta que el ujier las ha retirado. Ante el barullo, ha intervenido la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que después de parar la votación, ha reclamado silencio y respeto a la institución porque la Cámara «no es un circo». Aunque parezca mentira, no ha sido el único escaño que ha cedido en este larguísimo debate de presupuestos que dura ya tres días. No mucho antes, el diputado del PP Jesús Postigo también le ha cedido una pata del sillón, aunque su incidente no ha pasado a mayores.