España sufre el doble de amenazas de ISIS y de AQMI que hace un año

Madrid

Los datos que incluye el último balance de terrorismo elaborado por el Ministerio del Interior correspondiente al año 2016 son alarmantes porque incrementan de forma significatica la amenaza que sufre España de grupos terroristas yihadistas encabezados por ISIS y Al Qaeda en el Magreb islámico (AQMI). Concretamente el número de amenazas se ha doblado según los datos recogidos por Guardia Civil, Policia Nacional y Centro Nacional de Inteligencia (CNI) si lo comparamos con el año 2015.

Según los datos recopilados "las menciones a España han sido constantes a lo largo de todo el año. Algunas veces se han efectuado mediante amenazas directas con llamamientos expresos a atentar contra España y contra sus ciudadanos y otras veces han han publicado imágenes y referencias que se han interpretado también como una amenaza".

Las menciones a Ceuta y Melilla o a la presencia de España en Irak han estado siempre presentes en los pronunciamientos yihadistas. Un dato que subraya la policía es que los grupos yihadistas especialmente DAESH, han comenzado a utilizar el idioma español en sus comunicados y vídeos y además con cierta regularidad. Por ejemplo a través de Telegram, el Estado Islámico puso en marcha canales propagandísticos en español.

En total ha habido 43 menciones. Solo en enero DAESH difundió un vídeo del Ciberejército del Califato en el que se amenazaba con la conquista de París, Roma y España. En Twitter dentro de una campaña de difusión de vídeos que se desarrolla en la segunda quincena de enero, el DAESH distribuye siete vídeos con alusiones a la liberación de Al-Ándalus y menciones a Ceuta, Melilla y Córdoba. El 30 de enero aparece un vídeo elaborado por el aparato de propaganda de DAESH en la provincia iraquí de Ninawa en la que un encapuchado pide en francés la liberación de Al-Ándalus y menciona a las ciudades de Toledo, Córdoba y Xàtiva (Valencia). El mismo día se publica un segundo vídeo elaborado por una productora del DAESH de la región de Damasco que muestra un mapa de la Península Ibérica con referencias a Córdoba, Sevilla, Ceuta y Melilla. Finalmente la revista del DAESH An-Naba publica un texto en cuatro de sus números sobre la decadencia de Al- Ándalus y la intervención de los almorávides contra los reinos cristianos. En febrero hay una amenaza muy concreta a España por ser uno de los países que ha aumentado su implicación en la lucha contra el terrorismo.

Más de 200 personas españolas o residentes en España han salido desde Ceuta y Melilla con destino a Siria e Irak. Al acabar el año 2016, los servicios antiterroristas españoles tenían contabilizadas un total de 204 personas, españolas o residentes en España que se habían desplazado a Siria e Irak para enrolarse en las filas de los grupos yihadistas que operan en zonas de conflicto como Siria e Irak. "De este grupo de combatientes solo un 20% eran de nacionalidad española, mientras que la mayor parte un 65% eran ciudadanos marroquíes". El 15% restante eran de otras nacionalidades.

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El número de combatientes que sigue saliendo de España a zonas de conflicto sigue aumentando. Sin embargo la cifra de desplazados desde España sigue siendo muy inferior a la de la mayoría de los países europeos de nuestro entorno. Francia por ejemplo calcula en 1700 el número de ciudadanos del país o residentes que han viajado a Siria o Irak para combatir en las filas del terrorismo yihadista.

Según los datos que manejan los servicios españoles de los 204 desplazados, unos 30 han regresado a España o a otros países. Varios de estos retornados han sido capturados y están encarcelados. El año pasado por ejemplo fueron detenidos cuatro hombres y dos mujeres que habían viajado a la zona de conflicto para encuadrarse en los grupos terroristas. Algunos retornados de los que se tiene constancia no han sido detenidos, sino que han sido sometidos a medidas de control y vigilancia por interés policial. Entre los desplazados desde España, hay que contabilizar más de 45 fallecidos como consecuencia de la participación de estos desplazados en combates o en actos terroristas.