La protesta del personal laboral de España en el exterior se extiende a Australia y a Finlandia
Los trabajadores no funcionarios en Argentina cumplen 8 días de huelga para exigir subidas salariales
Madrid
Todo empezó en Argentina: el personal laboral de España en ese país americano, con los sueldos congelados desde 2009 y soportando una inflación anual de hasta el 40%, decidió recurrir a la huelga indefinida para exigirle al Gobierno español un aumento salarial fuerte con el que compensar la caída de su poder adquisitivo. Ahora, cuando esa protesta alcanza su octavo día, los trabajadores de España en otras dos sedes diplomáticas de otros dos continentes distintos se suman a los paros: el sindicato CSIF va a registrar este martes el preaviso de paros laborales en el Consulado General de España en Sydney (Australia) y en la Embajada en Finlandia. En el primer caso, se anuncia una huelga indefinida desde el 23 de junio; en el segundo, paros de dos horas diarias los martes y viernes desde el 1 de agosto que se convocan de forma indefinida.
Las reivindicaciones son parecidas: como en Argentina, los trabajadores afectados exigen subidas salariales muy intensas que compensen el deterioro que ha sufrido su poder de compra por la combinación de congelación salarial e inflación local, además de exigir una homologación en las condiciones de trabajo con los trabajadores de los países anfitriones que desempeñan puestos asimilables. Y es que el personal laboral de España en el exterior (un grupo muy heterogéneo, que incluye desde intérpretes hasta chóferes, pero que tienen en común no ser funcionarios) están contratados según la legislación del país en el que se encuentran, pero muchas veces con las condiciones mínimas que permite la legislación laboral local.
Subidas salariales de hasta el 50%
Así, en el preaviso de la protesta en Sydney, a la que ha tenido acceso la SER, el objetivo de los trabajadores es lograr “un inmediato incremento salarial del 20%” para “recomponer en parte los salarios” que, además de llevar ocho años congelados, ven su poder de compra mermado por una “inflación en Australia [que] desde 2009 se sitúa en el 19%”, a lo que se suma que son “injustamente bajos en comparación con los existentes a nivel local para trabajos en la administración”. Los trabajadores sostienen en un escrito enviado al embajador hace dos semanas que su sueldo, “poco más de $800 AUD [dólares australianos] semanales”, no da para vivir en una ciudad en la que “el precio medio de un alquiler de un apartamento de dos habitaciones se sitúa en este momento en los $500 AUD semanales”.
En el caso de Finlandia, el personal laboral de la Embajada exige una subida salarial con carácter inmediato del 50%, porque aseguran que las diferencias salariales con los trabajadores finlandeses que realizan un trabajo equivalente son de entre el 30% y el 80%. Esto no sólo crea una situación presente “insostenible” por la “baja cuantía” de las retribuciones, según relatan en un escrito igualmente dirigido al embajador, sino que tendrá unos efectos “enormemente negativos e irreversibles” en las futuras pensiones de estos empleados, que “teniendo en cuenta el nivel de precios de Finlandia, estarán por debajo de lo que se considera […] el umbral de la pobreza”.
Argentina: ocho días de huelga
Mientras, en Argentina, el personal laboral de todas las dependencias de España en ese país sigue llamado a la huelga indefinida, que entra en su octavo día este martes. Según uno de los trabajadores participantes en la protesta, Pablo Puertas, “estamos fuertes; estamos viendo cómo llegamos a fin de mes, porque algunos tenemos que pedir préstamos a familiares, otros al banco… pero hay que aguantar, hay que aguantar y mantenernos firmes”, decía a la SER. Según CSIF, el 90% de los convocados en Argentina siguen de huelga, mientras que las convocatorias de Sydney y de Finlandia las respaldan -de momento con su firma, puesto que todavía no han empezado- el 100% de los afectados.
CSIF asegura que el Gobierno todavía no ha hecho ningún movimiento para atender las reivindicaciones de estos empleados, una responsabilidad que los ministerios de Hacienda y Exteriores se adjudican recíprocamente. La protesta de Argentina ya ha llegado en todo caso al Parlamento español: tanto Unidos Podemos, en el Congreso, como el PSOE, en el Senado, han registrado preguntas al Ejecutivo sobre este caso.