Los crónicos son los pacientes más descontentos

Madrid

El Barómetro EsCrónicos, la única encuesta que recoge en nuestro país la opinión de estos enfermos, señala que la principal barrera para acceder a los tratamientos sanitarios son las distintas políticas que desarrollan las Comunidades Autónomas. Tomas Castillo, presidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, afirma que esas políticas han creado enormes desigualdades. Teniendo la misma enfermedad, señala, en algunos territorios puedes acceder a los tratamientos de última generación mientras que en otros nunca tendrás la oportunidad de recibir los fármacos o tratamientos más avanzados por razones estrictamente económicas. Además, añade Castillo, los pacientes crónicos ven limitada su libertad de movimientos porque saben que fuera de su Comunidad van a tener problemas para conseguir los medicamentos que necesitan o para ser atendidos por un especialista.

Según este barómetro, los pacientes crónicos califican con un 6’4 la calidad de la atención sanitaria que han recibido en el último año. Hay diferencias importantes al valorar los distintos servicios. Los médicos generalistas son los mejor valorados, el 83% de los encuestados considera que su trabajo ha sido bueno o muy bueno. La atención de los especialistas es buena o muy buena para el 78%. Sin embargo los servicios de urgencia no salen tan bien parados ya que el 40% de los encuestados dice que la atención en este servicio ha sido mala, muy mala o que necesita mejorar. Hablando del Sistema sanitario en general, hasta el 80% afirma que necesita cambios y 4 de cada 10 considera que estos cambios deben ser importantes. Hay que destacar que por primera vez desde 2014, año en el que se hizo el primer barómetro, cerca del 10% de los enfermos crónicos considera que el modelo sanitario actual ya no es válido.

Según la información recogida en este estudio, que cuenta con el apoyo de hasta 26 organizaciones estatales de pacientes, las mejoras más necesarias para atender a los pacientes crónicos en particular, y a todos los enfermos en general, pasan, en primer lugar, por eliminar las diferencias asistenciales entre Comunidades Autónomas. Además de favorecer la continuidad asistencial, es decir que, dentro de lo posible, sea el mismo especialista el que trate habitualmente al enfermo. Mejorar la atención en urgencias sería otra de las prioridades a abordar por los gestores de la sanidad pública.