El nuevo líder de CCOO promete atender a una clase trabajadora variada y diversa

Madrid

En 50 minutos, el nuevo líder de Comisiones Obreras desgranó sus prioridades para los próximos cuatro años. Unai Sordo prometió ante las 1.000 personas reunidas para escuchar su primer discurso (entre delegados del sindicato e invitados) volcarse en la clase trabajadora que, explicó, ya no está conformada por esas bases "industriales, masculinizadas" del comienzo de la historia del sindicato, sino que "ha mutado, es variada y diversa, pero es clase trabajadora igualmente". "Lo que las empresas han desintegrado" mediante "precariedad y temporalidad", continuaba, "que lo integre el sindicato".

En ese sentido, se ha marcado como objetivo cambiar el modelo laboral "en el que la precariedad y la temporalidad son la norma". Para ello, propone "cambiar radicalmente o derogar las reformas laborales". Entre sus recetas, también ha planteado una reforma del Impuesto de Sociedades para recaudar más, impulsar una renta garantizada o proteger mejor a los parados de larga duración. En todo caso, los retos más inmediatos que ha identificado son el pacto salarial para 2017, cuyas negociaciones llevan meses paralizadas, y los nuevos Presupuestos Generales del Estado. En cuanto a lo primero, cree que se puede llegar a un acuerdo "rápido" con la patronal, pero siempre que se recupere poder de compra para los salarios. Sobre lo segundo, opina que mientras existan "los límites actuales al techo de gasto, no se puede hacer la política expansiva necesaria para salir de la crisis de una forma equitativa y justa".

Descontento con la ejecutiva

El XI Congreso de CCOO, el del relevo de Ignacio Fernández Toxo al frente del sindicato, se ha cerrado sin sorpresas aunque con más agitación de la prevista. Sin sorpresas, porque había un único candidato al liderazgo y una única lista para la Ejecutiva; con agitación, porque uno de los miembros de la nueva dirección (Francisco Carbonero, ex secretario general de CCOO Andalucía) acaba de ser investigado (la figura que se corresponde con el antiguo imputado) por el caso de los ERE, y el descontento de una parte del sindicato con su designación se ha expresado en las urnas.

El nuevo Secretario General, Unai Sordo (hasta ahora, líder del sindicato en Euskadi) obtuvo el 88,8% de los votos de los delegados. Había 751 acreditados, votaron 742 y 659 dieron su respaldo a Sordo, mientras que 75 votaron en blanco y se registraron 8 votos en blanco. En cambio, la nueva ejecutiva obtuvo sólo el 61,2% de los votos: de los 737 votos emitidos, 451 fueron a favor, 208 en blanco y 78 nulos. Fuentes del sindicato apuntan que, aunque a Sordo no le parecía conveniente incluir a Carbonero en la dirección a la luz de su situación judicial, las presiones de la delegación andaluza, la más numerosa del Congreso, llevó finalmente a su inclusión. Preguntado por los periodistas por la situación creada con la incorporación de Carbonero, Sordo se ha limitado a decir que "si hay algún malestar, se expresará; pero en mi opinión todas las personas que entran en la ejecutiva cuentan con la confianza, y me consta que con la capacidad de desarrollar el trabajo que van a tener encomendado".

Ejecutiva paritaria

La nueva ejecutiva de Comisiones es totalmente paritaria: son 15 miembros, ocho mujeres y siete hombres, a los que se suma Sordo como Secretario General. De los 15, seis provienen de la anterior dirección de Toxo (María Cardeñosa, Carlos Bravo, Empar Pablo, Fernando Lezcano, Cristina Faciaben y Pedro Linares) y nueve son nuevos (además de Carbonero, está Elena Blasco, José Luis Gil, Francisca Gómez, Carlos Gutiérrez, Paula Guisande, Mercedes González, Mariano Sanz y María Dolores Santillana). Sus cargos se decidirán durante su primera reunión, la semana que viene.

El primer acto 'oficial' de Sordo como líder de Comisiones será un encuentro con el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el lunes. A la cita también acudirán la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y el exsecretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. Sordo ha dicho que, en esa reunión, trasladará a Rajoy que "las pautas con las que se mueve el mercado de trabajo en España son profundamente erróneas, y quebrar la negociación colectiva como se quebró en la última reforma laboral, permitiendo que los convenios de empresa tiren abajo los salarios, es una forma de competitividad completamente perversa".