El champán le juega una mala pasada a Bottas

Después de casi dos horas conduciendo a 300 kilómetros por hora con una precisión milimétrica un piloto parece estar capacitado para hacer cualquier cosa, sin embargo la realidad no es así. La falta de costumbre puede jugarte una mala pasada y eso le ocurrió a Valtteri Bottas, que tuvo algunos problemas a la hora de descorchar el champán.

Mientras Ricciardo ponía en práctica su habitual ritual, que consiste en vaciar la botella en la zapatilla y beber directamente de ahí, el finlandés optó por la opción más tradicional. Con la mala suerte de que no apuntó bien y terminó con la cara llena de champán y calado.

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Bottas ya tuvo problema en abril cuando ganó el GP de Rusia. Así que quizás sea más un hábito que un problema puntual.