El Europarlamento amenaza a Reino Unido con una ruptura dura
La UE rechaza la propuesta de Theresa May y advierte que vetará una prórroga
"Nunca refrendaremos la retirada retroactiva de derechos", afirman
Bruselas
La Unión Europea tiene la misión de ampliar, consolidar y extender derechos, no de reducirlos. Con esta afirmación el Europarlamento advierte que "se reserva el derecho de rechazar cualquier acuerdo que dé a los ciudadanos de la UE, cualquiera que sea su nacionalidad, un trato menos favorable que en la actualidad".
Más información
El principal problema de la propuesta de Theresa May es que da a los europeos que quieran mantener su residencia en el Reino Unido un estatus de "ciudadano de país tercero" y eso quiere decir que perderán su derecho a voto en las elecciones locales, deberán justificar que tienen recursos suficientes los familiares que se les quieran unir y deja abiertas dudas sobre la situación de los niños no británicos, nacidos allí después del brexit.
El segundo problema afecta al Tribunal que debe decidir en caso de litigio y que después del brexit obligaría a todo ciudadano con residencia británica a estar supeditado a los tribunales nacionales, mientras, el Europarlamento quiere, para los europeos, mantener la posibilidad de acudir al Tribunal de Luxemburgo. "los ciudadanos europeos deben poder hacer valer sus derechos con arreglo a un mecanismo en el que el Tribunal de Justicia Europeo desempeñe plenamente su función".
Dos temas claves de este debate que puede afectar a más de 3 millones de europeos con residencia allí y para los que la propuesta de May no despeja una lista de dudas que van desde el precio de la Universidad para los estudiantes, o el reconocimiento de títulos para el trabajo de los médicos. Razones para un rechazo suscrito por los jefes de todos los grupos políticos de la Eurocámara, desde el PPE hasta la Izquierda Unida Europea (GUE), los liberales (ALDE), los Verdes y el grupo socialista (Socialdemócratas y Progresistas), y expresado en forma de manifiesto carta, adelantado por el rotativo británico The Guardian.
Su acción conlleva otra amenaza: si es necesario tiempo, es decir una prórroga, el Europarlamento rechazará esta opción si no se encuentra fórmula para evitar que los británicos participen en las próximas elecciones europeas. "El plazo para las negociaciones vence el 30 de marzo de 2019 y no apoyaremos ninguna prórroga más allá de este límite porque ello daría lugar a que el Reino Unido tuviera que celebrar elecciones europeas en mayo de 2019". Algo sencillamente "inconcebible", y que si no obtiene una respuesta conduce a un "brexit duro".Un problema que debe plantearse el gobierno británico, el Consejo de la Unión Europea y la Comisión, cuyos representantes han rechazado pronunciarse argumentando que antes de decir nada hay un debate que el equipo de Juncker debe realizar este próximo miércoles.