La célula yihadista de Melilla se arrepiente: "Esto hay que evitarlo a toda costa"

Madrid

"El Islam no justifica la violencia ni incita a la violencia". Con estas palabras, el líder de una célula yihadista de captación de combatientes para Al Qaeda ha reconocido todas las acusaciones que pesan sobre él y ha mostrado su arrepentimiento después de haber enviado a casi treinta personas a morir a zonas de conflicto.

Desde la cristalera de la sala tercera de la Audiencia Nacional Mustafa Al Lal Mohammed, apodado como 'Doberman', ha reconocido que él y su grupo propugnaron una visión "totalitaria" del Islam, y que ahora han decidido abandonar la lucha armada: "Esto es meditado por mí durante estos años, y sobre todo cuando veo lo que está pasando, daño a familias y a inocentes, esto hay que evitarlo a toda costa", ha dicho.

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'Doberman' ha asegurado también que "amo a mi gente, amo a mi familia y quiero que vivamos en paz, en Melilla o donde sea".

De doce a seis años

Uno por uno, los seis miembros de esta célula yihadista desmantelada en mayo de 2014 en Melilla han reconocido los hechos a preguntas de la fiscal Dolores Delgado. La representante del Ministerio Público rebajará su petición de hasta doce años de cárcel a un total de seis para cada uno, con otros diez años de libertad vigilada para el líder y seis para el resto.

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"¿Justifican la práctica terrorista con una visión deformada del Islam?", ha preguntado Delgado al líder del grupo que, según los investigadores, llegó a adoctrinar, entrenar y enviar a zonas de conflicto a casi una treintena de combatientes en las filas de Al Qaeda.