La sorpresa de fin de curso

Madrid

Como en las buenas series de la televisión, no sabremos cómo acaba la temporada hasta el episodio final. Con lo que costó formar Gobierno, todas las partes dedicaron el curso a emplazarse para que el diálogo encauzara la situación catalana y aquí estamos, en lo más candente de la crisis.

Todo el curso preguntando por los efectos y la incierta aplicación del artículo 155 de la Constitución para que el Gobierno apriete, al menos por el momento, por el bolsillo: con el aviso de congelar el fondo de liquidez autonómica, con la factura que le pueden pedir a Artur Mas por el 9-N y con la amenaza sobre el patrimonio de quien incumpla la ley. Lo que explica la gravedad del momento político es que nadie es capaz de explicar cómo va a seguir la crisis y qué solución cabe.

Para final de la temporada ha dejado el Gobierno de Mariano Rajoy la exhibición de sus propias cuentas, de las perspectivas económicas y la esperada bajada del paro, aunque el final de la temporada se lo va a marcar otra cita muy a pesar del Ejecutivo y de su presidente. Ocurrirá el próximo miércoles en la Audiencia Nacional, en la primera declaración como testigo de un presidente del Gobierno en ejercicio.

Se ha preparado Rajoy este fin de semana porque el alcance de esa declaración inédita eclipsará en estos días todo lo demás. Lo que explica el momento, y hasta el curso por entero, es que nadie sabe cómo será el capítulo final y los efectos que tendrá sobre las próximas temporadas.