'Juego de tronos' (7x03): y por fin sonó la Canción de Hielo y Fuego
Estas son las claves del tercer capítulo de la séptima temporada
Madrid
Bajo el título de La justicia de la reina, Juego de tronos nos ha deleitado con uno de los episodios (7x03) clave de la séptima temporada de la serie. En CadenaSER.com analizamos este capítulo en el que los encuentros, reencuentros y el choque de reyes cobran especial protagonismo.
Por fin sonó la 'Canción de Hielo y Fuego'
Han tenido que pasar 63 capítulos para que Juego de tronos se atreva a honrar el título que da nombre a la saga literaria en la que se basa la exitosa serie de HBO: Canción de hielo y fuego.
"He conseguido que el hielo y el fuego se unan", le dice la Sacerdotisa Roja a la Araña durante una secuencia del capítulo. Y, en efecto, así ha sido. Daenerys Targaryen y Jon Snow han protagonizado uno de los encuentros más esperados de la ficción, ejerciendo más que nunca sus respectivos roles en la historia: el fuego de Dany y el hielo de Jon.
La tensión ha bañado cada rincón de Rocadragón gracias a la audiencia que ha servido como excusa de este acercamiento, una tensión, todo sea dicho, teñida de diferentes tonos y formas: tensión por el ego que se les presupone a los monarcas, tensión por la desconfianza de un enemigo común que pocos han visto (El Ejército de los Muertos) y, por último, una tensión sexual no resulta que jugará a favor de la historia de ahora en adelante.
La justicia de la reina es real y letal
Si durante seis temporadas Cersei ha hecho de su maquiavélica mente un arte y uno de los grandes atractivos de esta producción, ahora que es ella la encargada de dirigir los Siete Reinos de Poniente desde el codiciado Trono de Hierro todo debería intensificarse exponencialmente. Y vaya si está siendo así.
Después de que Euron Greyjoy adulara a la Reina con los presentes dornienses, Cersei ha servido a los espectadores una venganza húmeda al sellarle un beso (envenenado) a la hija de Ellaria Arena y condenar a ésta a cadena perpetua. Justicia divina lo llaman. No hay que olvidar que la propia Ellaria echó mano de esta práctica para acabar con Myrcella Baratheon.
Entre tanto, Cersei Lannister se las ha apañado para jugársela a los Inmaculados en Roca Casterly, quemando toda su flota y arrinconándolos en la ciudadela. También ha protagonizado una tórrida escena con Jaime, mandando después a su hermano, y también amante, a Altojardín para acabar para siempre con la dinastía Tyrell. En consecuencia, la magnífica Reina de las Espinas (Olenna Tyrell) ha dicho adiós tras ser envenenada de "mutuo acuerdo", confesando antes al Matarreyes que fue ella la que asesinó a Jofrey.
Un reencuentro agridulce en el Norte
Otro de los grandes momentos de este tercer capítulo se ha producido en la fría Invernalia. Mientras que Sansa se manejaba a la perfección como Reina regente en el Norte, la joven Stark se reencontraba con su hermano Bran.
Aunque cualquiera hubiera esperado un cálido y majestuoso reencuentro entre los herederos Stark, la frialdad de Bran entorpecía el momento, descuadrando a Sansa por completo.
Conclusiones
El mapa de Poniente vuelve a convertirse en un tablero de ajedrez en el que se avecina un nuevo choque de reyes que podría cambiar el destino de los Siete Reinos para siempre.
Por el momento, los Lannister vuelven a sacar ventaja a sus enemigos más inmediatos, mientras que la Canción de Hielo y Fuego empieza a sonar con fuerza. Son tiempos de guerra y las alianzas serán determinantes para el devenir de la historia.