El plan migratorio de Trump cambia el concepto de inmigrante

Madrid

Un inmigrante es una persona que viaja a otro país con la intención de establecerse allí, bien sea de modo temporal o permanente. El proyecto de ley migratoria de Donald Trump, el S.354 establece cambios en ese concepto vigente desde hace 50 años incluido en la Ley de Inmigración y Nacionalidades de 1965, y ya ha sido entregado al Senado, aunque no parece haber generado muchas simpatías, y para su aprobación necesitará apoyos de los dos partidos, los republicanos y los demócratas.

Este proyecto de ley declara que el inmigrante que entra legalmente a Estados Unidos, además de tener una visa (visado) debe saber hablar inglés, y comprobar fehacientemente que puede mantenerse económicamente durante su estancia y contribuir al crecimiento del país (o sea, pagar impuestos)

Se acaba la llamada lotería de visados que cada año sorteaba 50.000 residencias legales permanentes entre más de 13 millones de personas que aplicaban a esta lotería desde cualquier lugar del globo. Este sorteo está en vigor desde el año 90 que lo inauguró el Congreso norteamericano. En el vídeo el portavoz de la Casa Blanca, se enfrenta en un duro argumento verbal con el reportero de la CNN que cuestiona la legalidad y las medidas de ese proyecto.

También se modifica el programa de refugiados a la baja. El último año de Barack Obama se acogieron 85.000 y estaba previsto que se ampliara hasta los 100.000. Con este nuevo proyecto, queda reducido a 50.000. Se revisa el programa de asilo, se cambia el sistema de reunificación familiar que hasta ahora podía pedir la tarjeta verde de residencia para familiares inmediatos. A partir de ahora deja fuera de ese encuadre a los padres y hermanos por parte de residentes que hasta ahora podían ser reclamados y solicitar un permiso de residencia. Solo se admitiría el caso de padres ancianos de ciudadanos norteamericanos que necesitaran ser cuidados, y que recibirían visados temporales renovables.

Y ¿para obtener una visa?, pues también se modifican los requerimientos para que la persona que quiera ir a Estados Unidos se le de un permiso por un tiempo específico, el que dure su viaje, que no se pueda quedar allí y convertirse en una carga pública.

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Uno de los aspectos mas llamativos, es el endurecimiento de la visa laboral. Los extranjeros que quieran ir a trabajar a Estados Unidos deberán mostrar que ganan lo suficiente para mantenerse y colaborar a los beneficios el país. Un extranjero no inmigrante con visa solo podrá quedarse en Estados Unidos cinco años y los que lleguen deben tener un seguro médico vigente durante su permanencia allí que cubra todos los costes sanitarios sin que la persona tenga que pagar nada, o sea un seguro total.

Este proyecto de Trump, de momento no tiene suficientes apoyos para salir adelante aunque ahora se inicia un arduo debate en ambas cámaras que necesitará un amplio abanico de apoyos.