'Estoy vivo': la prueba irrefutable de que sí se puede hacer ciencia ficción en España

Vitoria

El hombre de tu vida, IFamily, Reinas, El final del camino, La Peluquería…El último año de TVE en materia de ficción no ha sido más que una serie de catastróficas desdichas y así lo certifican los datos de audiencia.

En este sentido, la cadena pública era consciente que tenía que cambiar de rumbo para no perder definitivamente la confianza del espectador. Precisamente de esa necesidad nace Estoy vivo, un thriller policiaco al uso que incrusta lo sobrenatural como estimulante para las mentes más fantasmagóricas.

Sin duda, TVE ha echado toda la carne en el asador con un popurrí de géneros que pretende crear una cita semanal acorde a otros tiempos. Ahora bien, ¿han dado con el tan ansiado 'Dorado'?

Un batiburrillo que va un paso más allá (literalmente)

Lo que podía haber sido fácilmente una estrepitosa ida de olla da paso a una ficción que sigue los parámetros más antiguos, pero incluyendo un aliciente fantástico como novedad.

Sin embargo, Daniel Écija, artífice de series como El Internado o Águila Roja, ha querido plasmar su sello más personal tras largas noches de insomnio para darle otro signficiado a los tópicos con un resultado satisfactorio.

Y es que Estoy vivo incorpora el 'Más allá como un ente más en la historia para poner patas arriba los mecanismos tradicionales y dar una vuelta de tuerca al deteriorado thriller policial.

Ahora solo falta por ver si esta copiosa mezcla de comedia, romance, thriller y sobrenatural no indigesta al espectador a lo largo de la primera temporada.

Javier Gutiérrez y Alejo Sauras, brillantes

Los Goyas abundan en Estoy vivo y eso se hace notar en un reparto que deja los complejos y el sentido del ridículo para abrazar el género fantástico como un amigo más.

Tras ser el eterno secundario en televisión, Javier Gutiérrez se echa el rol protagonista a la espalda y se desenvuelve como pez en el agua en todas las caras que ofrece la serie.

Por su parte, Anna Castillo destaca gracias a su naturalidad y su falta de rodaje, aunque en ciertas ocasiones puedes llegar a pensar que aquella joven del campamento de La Llamada llegó a hacerse inspectora en Estoy vivo.

Mención especial a Alejo Sauras como el forastero del 'Más allá' con pocas habilidades sociales. Sin duda, el gran descubrimiento de Estoy vivo y el que suaviza los momento más tensos de la historia.

Sí, España puede hacer ciencia ficción

La idea de que una serie española pueda concebir cualquier aspecto fantástico saca a relucir todos esos prejuicios que hay en torno a la ficción 'Made in Spain'. Sin embargo, Estoy vivo no solo presenta una factura impecable con una ambiciosa dirección y una atractiva realización, también demuestra que se puede hacer ciencia ficción en España y saca pecho con Otra dimensión decente que se ajusta a las necesidades creativas de la serie.