Mi primera vez en el Circo del Sol: ‘Tótem’ desde los ojos de un primerizo

Bruselas

Ante más de 2.500 personas y con el estadio Rey Balduino —antiguo Heysel, donde 39 aficionados perdieron la vida en una avalancha humana durante un partido entre Juventus y Liverpool— y el átomo de Bruselas en el horizonte, la carpa blanca del Circo de Sol volvía a acoger una premiere. Casi dos años después de su última estancia en Bruselas, la compañía canadiense volvía a instalarse en la capital belga para presentar 'Tótem'.

Para alguien que nunca ha estado en el Circo del Sol y que no ha visto nada relacionado con este espectáculo, es complicado no llegar a Bruselas con unas ideas que han viajado contigo todo el camino, desde que embarcaste en el aeropuerto de Barajas. La primera: Bruselas, una de las ciudades más golpeadas por el terrorismo yihadista, en la que todavía se ve a miembros del ejército desplegados en las calles y en la que el famoso Manneken Pis viste de guardia británico es la primera parada de una gira mundial de un circo. Puede resultar curioso, incluso sonar a reivindicación, que sea Bruselas y no otra la ciudad elegida para el estreno. La segunda: ¿Por qué poner el nombre de una estructura fija a un espectáculo tan móvil como la gira de un circo? Es una contradicción que llama la atención, y más a ojos de un primerizo.

Lo normal en estos casos es preguntar. "El nombre de 'Totém' viene de la cultura indígena de Canadá. Un tótem es un palo con representaciones de varios animales. Según Robert Lepage, que es el director del espectáculo, todos tenemos a un animal dentro. El animal que está en la parte de arriba de esta estructura es el llamado 'pájaro de trueno', que representa nuestro deseo de volar", responde antes del espectáculo Frank Hanselman, el director de la gira, a la prensa. Tras escuchar esto, la realidad es que sigues sin entender mucho y sin hacer una asociación de ideas clara.

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Minutos después, tanto Hanselman como Alejandro Romero, director musical del espectáculo, te dicen que 'Tótem' narra la evolución de la humanidad de manera no cronológica. "Desde los primeros anfibios a los astronautas", coinciden. Escuchar estas dos respuestas no cambia mucho el panorama. Lo curioso es que cuando finaliza el show eres tú mismo el que tienes una definición propia de ese espectáculo, y poco importan las ideas que traías en tu mochila antes de sentarte en tu butaca.

Efectivamente 'Tótem' narra la evolución de la humanidad, y no es menos cierto que no lo hace de forma cronológica. El espectáculo consta de 17 escenas diferentes en las que se suceden ejercicios circenses y espectaculares números acrobáticos —mención especial a un número de cuencos y monociclos ejecutado por cinco artistas chinas— salpicados por píldoras humorísticas en las que destacan la habilidad y destreza del payaso ucraniano Mikhail Usov, que ejecuta con brillantez el papel de pescador en la obra.

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En 'Tótem' se puede ver a los primeros anfibios que poblaron el planeta y acto seguido presenciar una escena de playa en la que dos hombres tratan de cortejar a una mujer y acabar envueltos en un ejercicio de anillas. En 'Tótem' hay guiños a los primeros grupos indígenas canadienses —país del que procede el Circo del Sol— y también a la revolución científica y al descubrimiento de la electricidad. Incluso hay en el show referencias a la teoría de la evolución y al toreo para llegar a un final protagonizado por un grupo de astronautas. Todo en un espectáculo en el principal hilo conductor es la música.

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Precisamente es Alejandro Romero, el encargado de que la música esté compenetrada con las actuaciones, quien nos da otra de las claves. Este sevillano de 37 años, que lleva siete en la compañía, cree que el guiño flamenco de 'Tótem' levantará al público español de sus butacas. "Al final, en el circo la respiración con los artistas es similar al flamenco. En mi caso yo entro a la carpa y se acercan siete u ocho artistas para decirme 'Ale, ten cuidado porque hoy me han quitado la venda del tobillo y no sé cómo va a ser el triple mortal'. Yo tengo que estar pendiente de esa persona que no está del todo segura, aquí todos los días son diferentes, no te aburres", cuenta Alejandro, que espera ilusionado a que la carpa blanca llegue a territorio español. "Que se estrene en Europa me pone nervioso (...) Todos los artistas están como locos por la acogida del público y todavía no hemos ido a España. Creo que al público español le gusta la cercanía y este show te la da".

Porque 'Tótem' no es sólo acrobacias, no es sólo números cómicos o circenses. Es dos, tres e incluso cuatro cambios de vestuario en algunos casos. Es artistas y músicos que preparan su propio maquillaje. Es el guiño a la tecnología que Robert Lepage en el escenario. Es las 118 personas que hacen posible el show, 47 de ellos artistas de 28 nacionalidades diferentes. "Aunque la verdad es que aquí dejamos de ser españoles, holandeses, belgas, franceses... Aquí todos somos 'Tótem", dice Hanselman.

Y por cierto, el show también resuelve esas contradicciones contras las que peleas al inicio de show. ¿Por qué 'Tótem? Es simple. Esta estructura representa a varios animales, algo que también hace 'Tótem' si nos acogemos a la idea de que todos tenemos un animal dentro pronunciada por Lepage. Y el tótem, como este espectáculo, se cierra con el deseo de volar. ¿Y Bruselas? Fácil, porque tocaba. "La última vez empezamos en Madrid, hay que distribuir los estrenos para que las ciudades no se pongan celosas", cuenta entre risas Hanselman. "Estaremos mucho tiempo en España", continúa. Por lo pronto, el circo del Sol estará en Madrid, Barcelona y Sevilla en los próximos meses, pero se trabaja para que al menos otras dos ciudades de nuestra geografía puedan formar parte de la última gira.

**Tráiler oficial de 'Tótem'