Sánchez aspira a consolidar su poder territorial en las primarias de seis federaciones

Madrid

Arranca la temporada de otoño de las primarias del PSOE. Hay seis federaciones socialistas que todavía no han renovado sus órganos y que, entre septiembre y octubre, celebran sus elecciones internas. El PSOE gobierna en tres de esos territorios (Asturias, Castilla-La Mancha y Aragón) y en los tres casos con presidentes que se posicionaron totalmente en contra del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en su carrera por recuperar el poder en el partido en mayo pasado. La correlación de fuerzas ahora es muy distinta. Cuando el próximo 8 de octubre culminen los procesos en toda España, en el entorno del líder socialista confían con que haya una mayoría de federaciones alineadas con Sánchez, se haya producido o no un cambio en sus liderazgos. En Ferraz admiten que la asignatura pendiente es Andalucía. A pesar del repliegue de Susana Díaz tras su derrota en las primarias, las diferencias siguen siendo públicas.

De los tres presidentes cuyas federaciones están ahora en primarias, hay uno que ya ha dado un paso atrás: el asturiano Javier Fernández, que pilotó la gestora socialista tras la dimisión de Sánchez el 1 de octubre del año pasado. Fernández renunció a dirigir la Federación Socialista Asturiana (FSA), pero en la batalla interna en su territorio sí que hay un candidato de su cuerda, José María Pérez, frente al aspirante al que Ferraz ha apoyado abiertamente, Adrián Barbón. Con los precedentes de las primarias federales, distintas fuentes socialistas cuentan con que será este dirigente sanchista (arropado directamente por la numero dos del PSOE, Adriana Lastra) quien se imponga en la votación de este domingo.

Si ese resultado se hace realidad, propiciaría un escenario inédito en el panorama socialista nacional: la bicefalia. La Presidencia del Principado quedaría en manos de un dirigente sin poder en el partido que, además, ha librado una larga batalla con el posible nuevo secretario general del PSOE (desde que empezaron las diferencias entre Javier Fernández y Pedro Sánchez). Hay precedente de bicefalia en el PSOE asturiano, pero es el primer caso que puede darse en el PSOE de Sánchez tras el enfremiento a cara de perro por el control del partido.

Es diferente la situación de los otros dos presidentes autonómicos que tienen primarias en sus federaciones (Emiliano García-Page, en Castilla-La Mancha, el sábado 30 de septiembre, y el aragonés Javier Lambán, el domingo 8 de octubre). La situación es distinta no porque no estuvieran enfrentados a Sánchez (Lambán fue el barón que con más entusiasmo pregonó las virtudes de Susana Díaz) sino porque hay un cambio de contexto en ambos territorios. Ambos presidentes tendrán oponentes internos, pero fuentes de la dirección federal manejan como muy posible que ambos conserven sus liderazgos en el partido, en el caso de García Page con más certeza, según esas fuentes, que Lambán.

La aspirante que cuenta con los parabienes de Ferraz en Aragón es Carmen Dueso. Se presenta después de que renunciase a dar el paso Susana Sumelzo, la primera socialista en anunciar que se iba a saltar el mandato de dejar gobernar a Mariano Rajoy, alienada con Pedro Sánchez desde el principio. "Dueso no es Sumelzo", sostienen dirigentes socialistas a la hora de evaluar el impacto de su candidatura en Aragón frente al jefe del Ejecutivo. Dará la batalla a un Lambán que, por adelantado y antes de que se abran las urnas, ya ha prometido lealtad a Ferraz si es reelegido en el cargo. Lealtad, entienden en la dirección federal, se ha de traducir en integración de dirigentes de la otra candidatura en los equipos que dirigirán el PSOE aragonés tras este proceso. Si el sanchismo no gana, explican, sí que ocupa posiciones.

Tiene más allanado el camino Emiliano García-Page, que parte de una mayor forteleza orgánica y que terminó el curso pasado reforzando también su posición institucional, con la entrada de Podemos en su Gobierno. Si logra el porcentaje de avales necesario (10% de los militantes del censo), José Luis Blanco, alcalde de Azuqueca de Henares (Guadalajara), se enfrentará al presidente en las urnas el próximo 30 de septiembre, en una jornada de votación. Al igual que en el caso de Asturias y Aragón, la dirección de Castilla La Mancha han optado por el sistema de elección tradicional a una vuelta, frente a la posibilidad de acogerse a la doble vuelta implantada en el último congreso federal. Este modelo reduce el número de firmas necesarias para ser candidato y, por tanto, abre las opciones de competir a militantes con menos anclaje orgánico e institucional.

Hay otros tres territorios con primarias este otoño: Murcia, Madrid y Galicia. Las federaciones murcianas han optado por el sistema a dos vueltas (los militantes murcianos votan el 24 y el 30 de septiembre y los madrileños los sábados 30 de septiembre y 7 de octubre). Galicia, en cambio, decide en una sola votación, por el modelo antigo, el domingo 8 de octubre. En los tres casos hay competición interna y lo previsible es que haya renovación con dirigentes afines a Sánchez. En Murcia y Madrid han dado un paso atrás Rafael González Tovar y Sara Hernández, al tiempo que Galicia estaba en manos de una gestora.

Si las previsiones de Ferraz se cumplen, Sánchez terminará el otoño dando un vuelco definitivo a su situación interna al final de su primer mandato, cuando gestionaba el partido aislado del poder territorial en la cuarta planta de la sede socialista en Madrid. Su victoria en mayo pasado fue un primer paso para la reconquista del poder que sería insuficiente, así lo asumían entonces en su equipo, si no lograba amarrar una red territorial afín. Antes de las vacaciones de verano, se produjo la renovación a su favor en tres federaciones (Cantabria, Canarias y La Rioja), se consolidaron en el poder quienes habían estado a su lado en la anterior etapa (Baleares, Castilla y León y Euskadi, Baleares), renovó mandato Guillermo Fernández Vara (que fue el primer barón en reconciliarse con el reelegido secretario general) y, aunque fracasó su candidato en Valencia, el presidente Ximo Puig tuvo en contra a un 42,3% los militantes. "Puig está ya alineado", defienden sin ambages fuentes de la dirección. 

Con la misma claridad, admiten que Andalucía sigue siendo una fortaleza inexpugnable en la que, a día de hoy, reina Susana Díaz. En julio pasado, los afines a Sánchez intentaron promover en Andalucía la candidatura alternativa de José Antonio Pérez Tapias (de Izquierda Socialista), pero no salió adelante. Optaron entonces por dar la batalla en los congresos provinciales que se están celebrando este mes de septiembre y en los que, pese a que en esta ronda sí que hay sanchistas que han dado el paso para ser precandidatos, el umbral de los avales necesario para poder competir (20%) va a dificultarles la carrera interna frente a los candidatos oficialistas, los amparados por Susana Díaz y los tentáculos de su poder institucional y orgánico. Andalucía es la federación más importante del PSOE en número de militantes y cargos públicos.