El descuido de un atleta durante una maratón que ha dado la vuelta al mundo
A pesar del descuido, el atleta mejoró en 27 segundos su registro personal
Madrid
El Maratón de la Paz de Kosice, en Eslovaquia, es la carrera de larga distancia más antigua de Europa. En 1924, un grupo de funcionarios de la ciudad eslovaca de Kosice decidió, tras volver de los Juegos Olímpicos de París, realizar la primera edición del maraton de Kosice. Desde entonces, cada otoño se celebra esta prueba anual, la segunda más antigua del mundo tras el maratón de Boston.
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A pesar de que ya han pasado 93 ediciones desde que celebrara la primera prueba, nunca antes se ha vivido lo que ha tenido lugar en esta 94ª carrera.
El descuido de Jozef Urban
El keniata Reuben Kerio se ha impuesto al resto con un tiempo de 2:08:12, registrando así la segunda mejor marca histórica tan solo por detrás del también keniata Lawrence Kimaiyo, que registró un tiempo de 2:07:01. No obstante, la atención de las redes se han centrado en el décimo clasificado: Jozef Urban.
El atleta, que se encontraba en la décima posición durante los últimos kilómetros de la carrera, se convirtió en el centro de todas las miradas y en el objetivo de todas las cámaras presentes cuando rebasó la señal que indicaba el último kilómetro de la prueba.
El atleta mejora su marca anterior
Fue entonces cuando la realización se centró en él para acompañarle durante los metros finales de su carrera. No obstante, lo que no sabía la realización es que el atleta había tenido un percance con su pantalón y que este se había roto. Como consecuencia, Urban recorrió el último kilómetro con los genitales al aire.
A pesar de recorrer más de un kilómetro con el pantalón roto, con las consecuencias que esto acarreó, el atleta eslovaco fue capaz de mejorar su marca respecto a ediciones anteriores. Urban completó la carrera en 2 horas, 21 minutos y 51 segundos, mejorando en 27 segundos su registro personal.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...