La noche que Ronaldo superó a Messi

Londres

"¡Trofeos, trofeos, trofeos!". Los gritos de los amigos de Cristiano Ronaldo en el hall del MyFair nada más terminar la gala dejaban claro que no era una noche más para la estrella lusa. El galardón pasaba con alegría de mano en mano, de su hermano a su hijo, de Katia a su madre Dolores Aveiro. Sólo faltaba el flamante The Best en ese ambiente tan familiar, y por eso ninguno de los fans quería abandonar la puerta del hotel. Se quedaron con ganas de verle, pero Londres pasará a la historia como la cuidad en la que CR7 superó a Messi en trofeos individuales de peso.

El de Madeira recibirá en unas semanas su quinto Balón de Oro (ya tiene dos The Best y un FIFA World Player) y nadie discute que, aunque Messi sea especial, Cristiano cuestiona cada año el sitio del argentino en el trono eterno del fútbol. Todas las leyendas consultadas por la Cadena SER en esta gala de la FIFA destacaban la constancia como la mejor cualidad del portugués. No dribla como Leo, no inventa como Leo y no enamora como Leo, pero eso no le impide aparecer en los momentos clave de la temporada con una puntualidad que asusta.

Messi pasó desapercibido en el London Palladium. Ni siquiera fue el argentino más aclamado de la gala, eclipsado por un Diego Armando Maradona que sigue siendo trending topic para los hinchas británicos. No le gustan estos eventos al astro del Barça, lo pasa mal aún ganando, y ayer asumió la derrota con deportividad. Antes de irse posó junto a Iniesta en una foto con Bartomeu buscada descaradamente por el presidente azulgrana.

La pregunta ahora es saber quién puede pelear con lo dos gigantes a corto plazo. Neymar ostenta actualmente el título honorífico de heredero oficial por mucho que los ingleses exhibieran a su estrella Kane. Al delantero del Tottenham le insinuó un periodista español que el año que viene jugará en el Madrid, a lo que Harry respondió con un protocolario y sonriente "no, no".

Mención especial merece Sergio Ramos, nuevamente elegido mejor central del mundo. Hizo noche en Londres tras recibir el galardón y tuvo que correr literalmente entre la masa para tomar un taxi camino de una celebración privada. El camero se mueve por la alfombra verde de Infantino con la misma seguridad que lo hace en el campo, orgulloso de liderar a un Madrid campeón. Muchos piensan en el vestuario que este es su Madrid y no el de Cristiano, y puede que no les falte razón. De esa ambición que ambos comparten se beneficia Zinedine Zidane, el entrenador discreto. Los tres tienen todas las papeletas para repetir en la edición del próximo año. La carrera por el The Best 2018 ya ha comenzado.