Un abogado belga que defendió a presos etarras asesorará a Puigdemont en Bélgica
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Puigdemont contrata un abogado belga aunque no ha decidido aún si presentará la demanda de asilo
Bruselas
“No es exacto que esté en Bélgica para pedir el asilo, de momento ha venido a consultarme sobre su situación”, ha afirmado el abogado belga Paul Bekaert, que en declaraciones a la televisión flamenca VRT ha confirmado haberse reunido con el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, cesado este sábado por Mariano Rajoy.
“Me ha consultado como experto y puedo decir que soy su abogado”, ha insistido Bekaert antes de repetir que “Puigdemont no ha tomado aún la decisión de presentar la demanda formal”.Mientras el teléfono de Paul Bekaert no para de sonar, los medios belgas dedican el espacio principal de sus informativos de la noche a analizar las consecuencias políticas que para su gobierno podría provocar la presencia de Puigdemont en esta capital. Su llegada ha estado precedida de unas declaraciones del secretario de Estado de Inmigración, Theo Franken, asegurando que “Puigdemont podría presentar la demanda de asilo en Bélgica”, declaraciones en las que quedaban en cuestión las posibilidades de un juicio justo en España para Puigdemont y sus consellers. Declaraciones atajadas por el primer ministro belga, Charles Michel, que tras exigir que “no se echará mas leña al fuego” ha pasado a mantener un prudente silencio que hasta el momento no ha roto ni él ningún otro miembro de su equipo mientras fuentes cercanas se han limitado a asegurar que no habría ningún contacto oficial entre el gobierno belga y el cesado gobierno de la Generalitat.
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Bélgica es el único país europeo que mantiene abierta la posibilidad de solicitar demandas de asilo a ciudadanos de otros países de la UE. Y esto porque en la negociación del Tratado de Ámsterdam obtuvo una excepción en vigor hasta hoy. Una excepción que el abogado Paul Bekaert ha sabido utilizar en varias ocasiones en defensa de miembros de ETA residentes en este país y a los que ha protegido de las demandas de extradición españolas, incluso ahora que se encuentra en vigor un mandato europeo de extradición previsto para agilizar estas demandas convirtiéndolas en casi un tema técnico.
Esperar en Bruselas una demanda del gobierno español sin previamente, solicitar el asilo es la otra opción que podría barajar Puigdemont ya que mientras ningún juez no le retire el pasaporte ni le reclame la prisión preventiva nadie puede impedirle que fije aquí su residencia temporal. Un forma de “internacionalizar” el conflicto según algunas voces de su entorno y un problema evidente para el gobierno belga que en este tema ha mantenido ya su pulso personal contra Rajoy .