Pesadilla en el Wanda

Madrid

Se consumó la peor de las tragedias para el Atlético de Madrid en la Champions League. En los prolegómenos de la deseada noche de Halloween, el club rojiblanco vivió una pesadilla que se prolongará bastante más allá de los noventa minutos que duró el encuentro ante el Qarabag.

Afrontaba el duelo Simeone y, por ende, la afición rojiblanca, como un todo o nada en la máxima competición continental. Sin cambios en el once titular respecto al encuentro liguero ante el Villarreal, los colchoneros salieron al terreno de juego con la actitud adecuada en los primeros compases del partido.

Presión alta, intensidad y muchas ganas. La primera gran ocasión llegó en el minuto tres gracias a un potente chut de Griezmann que acabó despejando Sehic con alguna dificultad. Juanfran se encontraba muy acertado en sus internadas, poniendo pases atrás con bastante peligro, pero sin encontrar rematador.

El gran protagonista, para mal, del Atlético fue Kevin Gameiro. El ariete francés dispuso de varias ocasiones y no estuvo acertado. La primera en el 15, cuando se plantó algo escorado delante de Sehic sin poder superarle.

Thomas, pese a perder un número importante de balones a lo largo del partido, estuvo fino a la hora de combinar de centro del campo para adelante. Un centro suyo supuso otra de las ocasiones del Atleti en la primera parte, encontrando la cabeza de Godín sin el resultado esperado.

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De repente, como escrito por un guionista con muy mala baba, el Qarabag tomó el mando del partido para temor de los locales. Hasta el final del primer acto, dominó la posesión del balón. Tal fue así, que en un córner en el minuto 39 llegó el gol visitante. Un preciso centro desde la esquina encontró la testa del español Míchel Madera, que fusiló a Oblak en el primer palo.

Se quedó helado el Wanda con el tanto del Qarabag, haciéndose realidad el peor de los sueños. Pero aún quedaban 45 minutos para darle la vuelta a la situación. Tras la reanudación, Gameiro se emperró en seguir siendo el centro de las críticas. Un gran disparo de Correa dejó solo en boca de gol al francés, que volvió a errar el tiro.

Volcado sobre el área visitante, los espacios que dejaba atrás el Atleti le pudieron costar muy caros. Sheydaev corrió como un poseso, dejando el balón para que Pedro Henrique rematase, pero no llegó a rematar el cuero.

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Entre tanta confusión, un tacón de Griezmann fuera del área grande dejó a Thomas en posición para disparar. No lo dudó el ghanés, que colocó el balón con maestría en la escuadra de Sehic, poniendo al Wanda en ebullición. El Atleti volvía a creer.

Metía Simeone a Torres y Gaitán en el verde, con el objetivo de darle el impulso definitivo al equipo madrileño para darle la vuelta al partido. Dos ocasiones casi seguidas pudieron poner en ventaja a los colchoneros. Saúl de cabeza a la salida de un córner primero, y Filipe tras una gran jugada colectiva después, estuvieron a punto de batir al Qarabag.

Le puso todo el Atlético para llevarse el partido, pero se vio impotente en el último cuarto de hora, teniendo muchas llegadas taquicárdicas, pero sin afinar la puntería, el gran mal del equipo esta temporada. Savic compensó la roja que vio Pedro Henrique minutos antes tras hacer una entrada que le costó la segunda amarilla.

Con cinco minutos de añadido, Gaitán tuvo sobre la bocina una ocasión clarísima, pero un inmenso Sehic cerró la portería para maldición rojiblanca. Al final, empate a uno y el Atlético se queda muy malherido, a merced de lo qué hagan los otros tres equipos del grupo, con la obligación de ganar a la Roma en el Wanda y al Chelsea en Londres. Halloween ha llegado a Madrid.