El Real Madrid pierde el primer partido ante un poderoso Khimki
Los blancos cayeron (80-96) ante un equipo ruso que está dejando muy buenas sensaciones en este arranque de temporada en la Euroliga
El Real Madrid perdió el primer partido de la temporada, 80-86, ante un Khimki poderoso que, liderado por Alexey Shved, tuvo las ideas y, sobre todo, el acierto que le faltó al equipo español en un choque que se le torció desde el principio.
Ritmo frenético y con las defensas sin aparecer, así fueron los primeros cinco minutos del partido entre el Real Madrid y el Khimki.
El Khimki tomó la iniciativa, 11-15 (min.4) y aunque el equipo madrileño intentó mejorar algo en defensa lo cierto es que no acabó de tomarle el pulso al juego. Doncic pareció un poco bajo de energía, fruto del proceso gripal que ha tenido en los primeros días de la semana, y el Real Madrid cerró el primer cuarto con un 23-25.
La salida del segundo cuarto fue mala de solemnidad para el Real Madrid que aceptó un parcial de 1-8 en el primer minuto y medio, 26-33. Pero lo peor fue que en la reacción tuvo una jugada en la que hasta seis tiros no encontraron aro.
La desesperación se apoderó del Real Madrid, con un Anthony Randolph demasiado acelerado y con una falta de ideas generalizadas. Sin triples, porque el equipo acumuló hasta ese momento un 1 de 10, el Madrid se puso demasiado nervioso.
Mientras, el Khimki, con Alexey Shved a la cabeza, iba martilleando el aro rival, con 4 de 9 triples. Anthony Gill, James Anderson y Malcom Thomas demostraron que el poderío económico de los rusos había estado bien invertido con sus fichajes.
El Real Madrid se enredó en sus fallos y con 11 de 27 en tiros de dos (40 por ciento), y 2 de 13 en triples (15%) poco o casi nada pudo hacer ante un rival más fluido en su juego y, sobre todo, más certero con 13 de 18 en tiros de dos (72%) y 4 de 12 en triples (33%).
Lo único que mantuvo al Real Madrid vivo fue la garra porque el marcador llegó a estar en un peligroso 28-40 (min.15.30) y en tres minutos logró un parcial de 9-0 gracias a un fulgor repentino de su defensa, 37-40.
Pero la realidad se impuso en el tiempo restante y el Khimki se marchó a los vestuarios con ventaja, 39-45. Sólo Doncic, que fue el autor de los dos únicos triples del Real Madrid, estuvo a su altura habitual.
La salida del tercer acto fue otra cosa. El Real Madrid tuvo las ideas más claras, reorganizó su juego y un triple de Randolph dio la confianza suficiente para conseguir un parcial de 9-2 en los tres primeros minutos y conseguir ponerse por delante en el marcador después de muchos minutos, 48-47.
La reacción rusa no se hizo esperar y en el siguiente minuto y medio el Real Madrid tiró por la borda todo lo que había hecho con un 0-9 que devolvió la ventaja al Khimki, 48-56 (min.24.30).
Hasta el final del cuarto el juego se paró bastante por las personales y por las defensas. Lo que no volvió a variar fue la ventaja rusa que llegó al final de este acto con un 59-66.
El Real Madrid perdió los parciales de los tres primeros cuartos y fue consciente de que solo con ganas, coraje y trabajo podría levantar un partido que se puso imposible por momentos.
Rudy Fernández, dos triples de Jonas Maciulis y otro más de Facu Campazzo y la defensa de todos, devolvieron al Real Madrid a una exigua ventaja, 69-68 (min.32.30).
Pero en cuanto el Real Madrid intentó sacar la cabeza en el marcador, siempre apareció Shved para cortar de raíz cualquier intento de consolidación.
Del 69-68 se pasó a un 69-78 (min. 36), un nuevo parcial de 0-10 en poco más de tres minutos que devolvió al equipo de Pablo Laso a la dura realidad del partido.
En otro arreón de orgullo el equipo madrileño volvió a soñar con un 77-80 a falta de algo más de dos minutos para el final. Pero el partido estaba torcido desde el principio y el Khimki selló (80-86) la primera derrota del Real Madrid esta temporada.
Doncic, a veinte segundos para el final, tuvo un lanzamiento liberado desde el triple, pero el balón no quiso entrar.