La lista única, un deseo inviable
Este martes vence el plazo establecido para que los partidos que se presenten en coalición lo comuniquen a la junta electoral
La lista unitaria liderada por Puigdemont que propone el PdCAT pierde fuerza, pero no se da por cerrado ningún escenario
Barcelona
Ha habido negociaciones en los últimos días y, según fuentes conocedoras de estos encuentros, fácilmente se alargarán hasta este martes, cuando acaba el plazo para registrar coaliciones. Aunque tanto fuentes de ERC como fuentes del PDeCAT admiten que las opciones que cuaje una lista conjunta son muy pocas. El PDECAT lo reclama, pero ERC ha puesto como condición que también vaya la CUP. Y eso parece un escollo insalvable. Con todas las posibilidades abiertas, qué propone cada partido
¿Cuál es el plan de Esquerra republicana?
ERC no quiere otro Junts pel Sí, es decir, no quiere otra foto electoral solo con la exConvergència. Por eso este fin de semana apostaron por una lista unitaria del independentismo únicamente si la CUP se sumaba. Una condición de los de Junqueras que ya sabían de entrada lo difícil que es que se cumplan. De hecho, el portavoz Sergi Sabrià, sugería hoy que yendo por separado el independentismo conseguiría optimizar resultados.
Fuentes de ERC presentes en las negociaciones aseguran que su oferta es sincera, que a estas horas todavía no descartan que pueda llegar a concretarse pero admiten que es difícil y que ir contrarreloj no ayuda. El plazo para presentar coaliciones acaba este martes a medianoche.
¿Con qué cartas juega el PDeCAT?
En esta ocasión tiene menos cartas que en anteriores negociaciones. Está, según todas las encuestas, muy por detrás de sus socios. Y ya no tiene el as en la manga que tenían hasta ahora Mas y Puigdemont: la amenaza de convocar elecciones si las negociaciones no iban por donde querían.
El PDeCAT fijó posición este fin de semana. Quiere una lista amplia del independentismo pero se contentaría con que fuera solo la reedición de Junts pel Sí. Fuentes de los exconvergentes admiten que no son optimistas y culpan precisamente a ERC de poner demasiadas trabas.
¿La CUP baraja alguna coalición?
A pesar de que las conversaciones son a distintas bandas, la CUP tiene sus propios tiempos. Y aunque, cuando lo ha necesitado han acelerado su calendario interno, los dirigentes preguntados remiten a la asamblea de este domingo. Esa reunión debe servir para decidir qué hacen de cara a las elecciones. Parece difícil que la CUP pueda pactar antes de este martes formar parte de una coalición cuando sus bases no han decidido aún ni si se tienen que presentar a las elecciones. Y por si no fuera poco, más difícil parece imaginar a los asamblearios compartiendo lista con la exconvergencia.
Los comunes ni se lo plantean
Aunque quedan al margen del independentismo, los comunes de Ada Colau, que no es la primera vez que han sido cortejados, ya han dicho claramente "no" al bloque soberanista. Los comunes ya han puesto en marcha toda su maquinaria electoral, con Xavier Doménech como cabeza de lista. Un gesto con el que querían enterrar este fin de semana cualquier debate de presentarse en coalición. Solo han dejado la puerta abierta a que Podem se sume a la candidatura si así lo eligen sus bases.
Lo que sí está sobre la mesa es poder compartir algún punto del programa electoral con el resto de fuerzas soberanistas. Por ejemplo, pedir la amnistía de los políticos presos o reclamar la anulación del artículo 155.
Sobre el papel, la salida de Fachin facilitará la integración de Podem en la candidatura de los comunes. El exlíder morado en Cataluña no se va solo, representantes de 83 círculos aseguran que romperán también el carnet. Lo que no ha quedado claro es dónde. Fachin ha asegurado que busca para el 21 de diciembre una coalición transversal de izquierdas con los partidos independentistas. Podría ser que mañana registraran una especie de coalición marca blanca para darse más tiempo a negociar. Una opción, sin embargo, que ERC ni contempla porque todo lo que sea dejar al margen a los partidos con presencia en el Parlament, sería renunciar a bloques electorales en campaña, renunciar a debates o subvenciones. Lo que descarta, asegura, es irse a otro partido.