Una genialidad de Griezmann mantiene con vida al Atlético en Champions

No era la vuelta de una eliminatoria ni la final del campeonato, sino la quinta jornada de la fase de grupos, pero a fin de cuentas, un partido a vida o muerte para el Atlético de Madrid. Que llegaba a esta cita con la angustia de saber que un escape de puntos más y la historia de la Champions este año daba a su fin. Y estamos a noviembre.

El primer problema para los del Cholo surgió sin ni siquiera saltar al campo. Juanfran se lesionó y se quedó fuera del once en el último momento. Simeone experimentó poniendo de inicio a Augusto Fernández, que lleva poquísimos minutos en las piernas, colocando a Thomas Partey en el costado derecho.

Di Francesco se dio cuenta de esa flaqueza en el bando atlético y pidió a Perotti y Kolarov buscarle las cosquillas a Partey por esa banda. Lo intentaron los romanos en unos primeros instantes donde los rojiblancos se mostraron dubitativos y muy poco precisos. Momentos en los que el centro del campo era todo un solar.

Con el paso de los minutos el Atlético fue sacando las alas. En el costado izquierdo, con Filipe Luis, y en el derecho, con Partey, que fue precisamente quien protagonizó los primeros acercamientos a la meta de Alisson.

Con Giménez y Lucas como guardianes de la retaguardia, con Koke como timón y con Griezmann, Carrasco y Torres más hambrientos que nunca, el Atlético se fue agigantando a la vez que la Roma se hacía más y más pequeña. Claro que la ‘squadra’ italiana con un empate estaba en octavos y ante el impetuoso Atlético aguantar las embestidas.

La ocasión más clara la tuvo Augusto, cuando a tres minutos para el descanso, agarró la bola en la frontal del área y con un zapatazo puso la bola dentro de la portería de Alisson. La grada del Wanda Metropolitano enloqueció hasta que apenas segundos después se dio cuenta de que el árbitro, Kuipers, había anulado el gol por mano del argentino.

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No le sentó muy bien al equipo de Simeone el paso por vestuarios porque el segundo acto comenzó como el primero, con la Roma en plan protagonista. Se fue asentando el equipo de Di Francesco en campo atlético y al Wanda le entró el nervio. Porque primero Nainggolan estampó la bola en el palo izquierdo de Oblak y segundo el portero esloveno sacó otra a Peres.

Griezmann y el Wanda Metropolitano se reconcilian

<p itemprop="alternativeHeadline">El delantero consiguió la mayor de las ovaciones con el gol de chilena que marcó frente a la Roma</p>

Cuando más acongojado estaba el Atlético una jugada por la banda izquierda terminó con una bella chilena de Griezmann. Se volvió loco él, tan discutido en los últimos tiempos, y locos los 65.000 espectadores que poblaban las gradas rojiblancas. Aún había vida.

El gol llegó cuando Simeone apostó ya el todo al todo. Porque metió a Correa, a Gabi y a Gameiro. A toda su dinamita. De hecho fue Gameiroquien firmó el segundo de los madrileños a cuatro minutos del final. Lo hizo cuando la Roma jugaba con uno menos por la expulsión de Peres por una entrada feísima a Filipe Luis.

Esta victoria no clasifica al Atlético, pendiente como está de otro milagro en la última jornada. Necesitan ganar en Stamford Bridge a un clasificado Chelsea, que se juega el liderato del grupo, y que el Quarabag arañe algún punto a la Roma. Está difícil, sí, pero menos que hace unas horas. Hay vida.

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