Revelan el misterio del origen del yeti
Un estudio analiza restos de pelos, huesos y heces para identificar al abominable hombre de las nieves
Madrid
A pesar de que se trate de una leyenda, a día de hoy todavía son muchas las personas que confirman haber visto con sus propios ojos al yeti, una misteriosa criatura (también conocida como el abominable hombre de las nieves) que según la mitología de Nepal y el Tíbet habita en las altas montañas de Asia.
Más información
Una leyenda que se alimentó en 1951, cuando una expedición al Everest tomó una serie de fotografías que mostraban las huellas de un pie gigantesco sobre la nieve de la montaña. Desde entonces, muchos son los que dicen haber visto a este ser durante los últimos años, llegando incluso a aportar pruebas como fotografías borrosas o vídeos de seres con figuras antropofórmicas que se esconden tras los árboles para confirmar su existencia. No obstante, la bióloga noruega especializada en genética y evolución de los úrsidos Charlotte Lindqvist ha desenmascarado la identidad real de este ser.
La ciencia desenmascara al yeti
Con el objetivo de completar su documental sobre el yeti, la productora británica Icon Films contactó con Lindqvist. Dado que los aficionados a la criptozoología aseguran que el yeti sería una criatura que estaría emparentada con los osos, la productora contactó con la experta en úrsidos, para que les ayudará a descubrir el origen de esta bestia.
Con el objetivo de que Lindqvist pudiera llevar a cabo su investigación, la productora le ofreció una decena de muestras recogidas en museos locales y monasterios budistas. Entre estos restos destacaban pelos, dientes, huesos, piel y heces fecales de lo que parecía ser el abominable hombre de las nieves. Gracias a ello, la bióloga ha publicado un análisis, publicado en la revista de divulgación cientifica Proceedings of the Royal Society B, en la que ha demostrado que el yeti es en realidad un oso.
Un ser creado a partir de los osos locales
Tras realizar el análisis genético, la científica ha asegurado que las muestras recibidas pertenecen a los osos locales: "Nuestro análisis genético deja claro que las muestras proceden de osos locales, lo que sugiere que el mito del yeti tiene su origen en hechos biológicos que tienen que ver con los osos que viven en la zona en la actualidad". Por lo tanto, este ser de las nieves no es más que los osos locales.
La investigadora ha explicado que para analizar los restos se han llevado a cabo los análisis más rigurosos del momento. A pesar de que en el pasado ya se han realizado diversos estudios para desmontar al yeti, nunca antes se había hecho con una tecnología tan puntera: "Nuestra investigación se basa en más datos y análisis más rigurosos, incluyendo la reconstrucción filogenética de todo el genoma mitocondrial de varios osos negros, polares y pardos. Solo así, con una potente base estadística, podemos ubicar las supuestas muestras del yeti entre las modernas poblaciones de osos de la región".
Gracias a su trabajo, el equipo de Lindqvist ha podido asegurar que los restos del yeti pertenecen al oso pardo del Himalaya, al oso asiático y al tibetano. También ha revelado que el diente analizado resultó ser de un perro. En definitiva, el abominable hombre de las nieves está inspirado en los grandes osos que habitaban en las altas montañas de Asia.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...