García Albiol, la línea dura del PP
El candidato a la presidencia de la Generalitat empezó su carrera política como alcalde de Badalona
Barcelona
Xavier García Albiol nació en Badalona el 8 de diciembre de 1967. Cumplirá los 50 en plena campaña electoral. Su padre vino de Almería en los sesenta y su madre es catalana. No tiene, por tanto, ocho apellidos catalanes.
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Albiol no tiene estudios. Empezó Derecho, pero nunca terminó. Se afilió al Partido Popular en 1989 y dos años más tarde, con solo 24, ya fue elegido regidor del Ayuntamiento de Badalona. Ha dedicado toda su vida a la política. Se define como “populista en el buen sentido de la palabra” y católico. Está casado y tiene dos hijos. Se mantiene en buena forma física, mide 2,01 metros de altura, y llegó a jugar a baloncesto en el Joventut de Badalona. En la actualidad, Albiol preside el Partido Popular de Catalunya, cargo que compatibiliza con el de senador y diputado en el Parlament.
Sus comienzos en la política como alcalde de Badalona
Comenzó a ser un personaje mediático en 2011 al llegar a la alcaldía de su ciudad natal. Badalona, que está a tan solo 10km de Barcelona y a veinte minutos en metro, es la tercera ciudad más poblada de Catalunya. Buena parte de sus vecinos son originarios del sur de España que llegaron en las grandes olas migratorias de los años 50 y 60. A ellos se han sumado, más recientemente, gentes procedentes del Magreb, Europa del Este, Pakistán o América Latina.
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Precisamente contra estos últimos centró Albiol su campaña para las municipales de 2011. Prometió a los electores que “limpiaría Badalona” de inmigrantes. Llenó la ciudad de carteles monumentales con el lema “Limpiando Badalona” y meses antes había repartido unos panfletos que vinculaban a los gitanos rumanos con la delincuencia. SOS Racismo lo denunció por xenofobia, pero fue absuelto. En 2015 volvió a ganar las elecciones, pero perdió la alcaldía por un pacto entre las fuerzas de izquierdas.
De alcalde a candidato para las presidenciales de la Generalitat
Tras la pérdida de la alcaldía, Mariano Rajoy selecciona a Albiol como candidato del PPC a la presidencia de la Generalitat en las elecciones autonómicas de 2015. El resultado no fue bueno. El PPC solo logró el 8,5% de los votos, perdió ocho escaños (se quedó con 11) y 130.000 votos con respecto a las elecciones de 2012 que encabezó Alicia Sánchez Camacho.
Antes de Albiol y Sánchez Camacho fueron candidatos en las elecciones al Parlament Jorge Fernández Díaz (1988), Alejo Vidal Cuadras (1992 y 1995), Alberto Fernández Díaz (1999) y Josep Piqué (2003 y 2006). Desde 1995 el PPC ha sido siempre la tercera o la cuarta fuerza política con un porcentaje de voto ligeramente superior al 10%. El mejor resultado lo sacó Sánchez Camacho en 2012. Logró 19 escaños y 471.197 votos, el 12,99% del total.
En las generales, en cambio, el PPC logra unos resultados mejores. Llega a doblar el porcentaje de votos, situándose entre el 15% y el 22%. Este comportamiento dual parece que se va a seguir manteniendo el 21-D. Los sondeos le dan de promedio nueve escaños. Dos menos que los que tiene ahora. La expectativa de Albiol es que los electores respondan a estas elecciones más en clave española que autonómica. Ha pedido una participación "masiva" de la "mayoría silenciada" para "mandar a Puigdemont, Junqueras y compañía al baúl de los recuerdos, cerrarlo con llave y tirarlo al mar para que no vuelvan a salir".
Elecciones del 21-D
Xavier García Albiol habla claro y sin tapujos. Su lenguaje desmesurado contrasta, por ejemplo, con la enorme ponderación de su compañero de partido y Delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo.
De la posible excarcelación de los exconsejeros del gobierno catalán Albiol ha dicho "por mucho que se bajen los pantalones no vamos a perdonarles". Sobre el papel que tienen los medios de comunicación públicos en el proceso independentista sugiere "cerrar TV3 y volverla a abrir con gente normal".
Y en cuanto a la inmigración, también es directo: "los inmigrantes tienen dos opciones: o se apuntan a nuestros valores o vuelven por el mismo camino" y por si no quedaba claro: "se ha puesto de moda decir que soy xenófobo. Pero cuando una pareja joven en paro, con un hijo, va a pedir una ayuda económica y se la niegan para dársela a una persona que lleva dos días empadronada, eso no es xenofobia, sino supervivencia".