Catorce años de cárcel por violar a su antigua casera a punta de cuchillo
La Audiencia Provincial de Madrid ha decidido condenar a un hombre que violó a su antigua casera, en la localidad de Alcalá de Henares, después de que ella le invitase a comer: la defensa del condenado ya ha recurrido ante el Tribunal Supremo
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El acusado amenazó a la víctima con un cuchillo de cocina / Getty Images
Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a catorce años de prisión a un hombre que violó a su antigua casera en la localidad de Alcalá de Henares en febrero de 2015 a punta de cuchillo. El condenado, que ya ha recurrido ante el Tribunal Supremo, también tendrá que indemnizar a la mujer con 20.000 euros y no podrá acercarse a menos de 900 metros de ella durante quince años.
Según la sentencia el agresor, que había vivido de alquiler en casa de la víctima, acudió al domicilio en Alcalá de Henares y pidió a la mujer que le diese de comer "pues estaba en una mala situación económica".Fue después de comer cuando cogió un cuchillo de la cocina y violó a la mujer: "O el niño o tú", fue lo que dijo para amedrentar a la mujer, cuyo hijo de corta edad dormía en la habitación de al lado.
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<p>Columna de Almudena Grandes en HxH (17.11.2017)</p>
Durante toda la agresión, según la sentencia, el condenado mantuvo el cuchillo contra el cuello de la víctima, mientras ella le preguntaba que "¿por qué haces esto?", según su declaración.
El "típico bloqueo emocional"
La Fiscalía pedía catorce años de prisión y la defensa de la víctima otros quince, y finalmente la Audiencia Provincial de Madrid se ha inclinado por la petición de la Fiscalía junto con otros seis más de libertad vigilada y una orden de alejamiento de quince años, teniendo además que indemnizar a la mujer con 20.000 euros.
"No se trata de una fabulación", dice el tribunal encabezado por el magistrado Valentín Sanz para explicar que la declaración de la víctima no sólo es creíble sino que viene avalada por el resto de pruebas recogidas durante el proceso: los informes forenses de las doctoras que atendieron a la víctima el día después de los hechos, que sobre la "aparente normalidad" que presentaba la mujer afirmaron que "en esas situaciones es típico un bloqueo emocional que impide expresarse".
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La sentencia tumba el principal argumento de defensa del acusado: que la relación fue consentida. Además de la declaración de la víctima, los jueces ponen encima de la mesa un dato "que pone al desnudo" esta "mentira concreta del acusado": las heridas que ella le hizo en la cara al intentar defenderse. "Hubo un testimonio de la víctima que creemos verosímil, aparece corroborado por datos que lo avalan y, frente a ella, la versión del acusado no nos resulta creíble", dicen los magistrados.
