Una exconcejal en Madrid admite una llamada del tesorero Lapuerta para recomendarle una empresa donante en b
La exconcejal María Paz González corrobora como testigo ante el juez, la mecánica descrita por Bárcenas y otros acusados como Guillermo Ortega, para aconsejar buen trato en las administraciones a empresas donantes de fondos en negro al PP
“Es don Álvaro” le comunicó uno de sus colaboradores al pasarle la llamada del tesorero Lapuerta en 2003, quien ensalzó en la comunicación las virtudes de la empresa privada Licuas, una de las supuestas donantes a la caja b
Imagen de archivo del extesorero del PP Álvaro Lapuerta (EFE)
Madrid
La exconcejal del Partido Popular en Madrid entre 2003 y 2009, María Paz González, ha declarado como testigo ante el juez José de la Mata por el caso de la caja b del Partido Popular, que cuando llevaba apenas tres meses en el cargo como edil de Medio Ambiente, recibió una llamada mientras se desplazaba en el coche oficial. Uno de sus colaboradores descolgó el teléfono y se lo pasó. “Es don Álvaro”, dijo su ayudante, a quien debió merecerle tal distinción al aludir al personaje, ha dicho la testigo, porque Álvaro Lapuerta era una persona con “muchos años” y “muy respetada” en el Partido Popular.
El motivo de la llamada sorprendió a la concejal. “Nunca he recibido otra igual”, ha confesado ante el juez. Según su testimonio, el tesorero Lapuerta le habló de las virtudes de la empresa privada Licuas, a la que se refirió como una sociedad “muy buena” y con “gran reputación”.
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Paz González ha manifestado que Lapuerta no le habló de adjudicaciones ni contratos, y que ella no concedió obra alguna a esta firma, pero la declaración de la antigua edil del PP coincide con la mecánica narrada por Luis Bárcenas y otros acusados como el exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, a la hora de favorecer a las empresas privadas que donaban fondos en negro a la caja b del PP.
Las firmas, generalmente contratistas con la administración, daban el dinero a los secretarios generales o en presencia del tesorero y el gerente, y a continuación, Álvaro Lapuerta telefoneaba a la administración interesada para solicitar un buen trato para el donante.
Además, la empresa Licuas que ha sido mencionada por la testigo, no es la primera vez que aparece en el caso. El exalcalde Ortega sostuvo durante el juicio de la Gürtel que el motivo fundamental de su cese fue por no acceder a las recomendaciones de Álvaro Lapuerta, quien le pedía que contratase a esta sociedad en el municipio. La declaración de Ortega fue corroborada en el mismo juicio por el exconcejal del PP en Madrid, Jorge Barbadillo, quien en su comparecencia como testigo admitió presiones del extesorero Lapuerta a través de su “amiga íntima”, la exdiputada Carmen Rodríguez, para que adjudicase a Licuas.
